Carlos Ponce Sanginés ha muerto

Cultura - Sábado, 19 / Mar / 2005
 
(Bolivia.com)
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Poco después de haber recibido, en su lecho de agonía, El Cóndor de los Andes, murió el arqueólogo e historiador boliviano. Carlos Ponce Sanginés había nacido el 6 de mayo de 1925. La vida de este pionero cesó ayer a las 22:30

El canciller interino Jorge Gumucio lo había condecorado anoche. El arqueólogo paceño libraba una lucha contra el cáncer.

La condecoración, último acto –público y merecido- fue en la biblioteca de su padre, arropado por las historias de las culturas prehispánicas, donde Carlos Ponce Sanginés inició el camino que lo llevaría más tarde a investigar y luchar por el rescate de aquel legado cultural que conoció en aquellos libros.

Anoche, poco antes de morir, el arqueólogo de 79 años que recibió de manos del canciller interino de la República, Jorge Gumucio, el Cóndor de los Andes por su contribución a la investigación arqueológica en Bolivia.

Uno de los logros más importantes del investigador paceño, nacido en mayo de 1925, fue conseguir, a través del impulso de sus estudios, la declaratoria de las ruinas de Iskanwaya (La Paz) como monumento nacional.

Pero fue Tiwanaku el lugar al que Carlos Ponce Sanginés dedicó su pasión científica y cuyas investigaciones lograron para él varios reconocimientos nacionales e internacionales.

Con sus propios recursos, el arqueólogo, que a lo largo de su vida escribió más de 50 títulos, comenzó en la década de los 50 las excavaciones en la población altiplánica, donde fundó el Centro de Investigaciones Arqueológicas Tiwanaku (CIAT).

Pronto, los trabajos dieron fruto. En el pozo H-13, Ponce Sanginés halló una de las estelas mejor conservadas de Tiwanaku. Posteriormente, la pieza arqueológica se denominó monolito Ponce.

Fueron varias las décadas que el arqueólogo nacional dedicó con pasión a la construcción de lo que hoy se conoce como el Complejo Arqueológico de Tiwanaku, logrando restaurar el edificio público de Kalasasaya e iniciando las excavaciones de la pirámide de Akapana. En 1975, Ponce fundó el Instituto Nacional de Arqueología (INAR).

PUNTOS DE VISTA

“Revirtió una humillante situación”

JEDÚ SAGÁRNAGA. Arqueólogo.

"Al hablar de Tiwanaku no podemos sino ponernos a pensar en cómo se inició la investigación arqueológica boliviana allá por los años 50. Hasta entonces, toda indagación en Tiwanaku y en el resto del país, se hallaba dirigida por extranjeros, quienes trabajaban en nuestro territorio con absoluta libertad, tal y como si éste fuera su feudo.

Carlos Ponce Sanginés revirtió la humillante situación al crear en 1958 el Centro de Investigaciones Arqueológicas en Tiwanaku, demostrando que éramos capaces de hacer una indagación seria sobre nuestro pasado precolombino, y hacernos cargo de nuestro legado cultural.

Ponce Sanginés sentó las bases para el establecimiento de un cuadro explicativo coherente en Tiwanaku, y quienes hemos venido tras él no hemos hecho sino afinar sus ideas, o a veces objetarlas sin contradecir el grueso de su valioso aporte".

PUBLICACIONES Y DISTINCIONES

Bibliografía • Entre lo más destacado está: Arqueología boliviana (1957), Tunupa y Ekako (1969), Catalogación del patrimonio arqueológico de Bolivia (1974), Tiwanaku: espacio, tiempo y cultura (1981) y Tiwanaku. 200 años de investigaciones arqueológicas (1999).

Galardones • Premio Nacional de Cultura (1977), Pergamino de al Mérito de la Alcaldía de Tiwanaku (1989), Condecoración del Puma de Oro (1986), Condecoración Medalla de Oro (1978), Hijo Predilecto de Samaipata (1974) y Condecoración Pedro Domingo Murillo (1971).
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