El artista construyó en los años 30 su estudio en una colina alejada de La Paz. Hoy, la casa del pintor potosino se convierte en un museo. Se halla en la calle Abdón Saavedra.
Elegir el lugar no fue nada fácil. Corrían los años 30 en La Paz y el pintor potosino buscaba establecerse en un sitio alejado del bullicio citadino, con el objetivo de desarrollar su creatividad.
Al final, deambulando por lo que entonces eran las afueras de la ciudad, Cecilio Guzmán de Rojas halló lo que buscaba: un establo que se encontraba en la hacienda de la familia Arguedas —ubicado en la punta de una colina en Sopocachi— donde construyó su estudio y posteriormente su hogar.
Hoy, 70 años después y gracias a la iniciativa de su hijo, Iván Guzmán de Rojas y su esposa, Gladys Dávalos Arze, el inmueble de la calle Abdón Saavedra Nº 2221 abre sus puertas al público, para difundir
la vida y obra del máximo exponente boliviano de la pintura indigenista del siglo XX.
El trabajo de restauración de la casa tomó más de cinco años y preserva los detalles con las que originalmente fue construida.
Tanto así, que la esencia de Cecilio Guzmán de Rojas se siente en cada rincón de la casa-museo, donde cerca de media centena de sus pinturas y las de su hijo, Enrique, adornan las paredes.
De la colección pictórica destacan la serie inspirada en la Guerra del Chaco —confrontación de la que participó como soldado—, del cual la familia del pintor también atesora en el lugar más de 200 dibujos.
Los pinceles, paletas, caballetes, frescos de pinturas, entre otros instrumentos que el autor del Cristo Aymara usó durante su vida, se hallan presentes en los ambientes del inmueble, resguardados por fotografías del artista de la época.
Guzmán
de Rojas no descuidaba su elegante vestir ni siquiera a la hora de desarrollar su trabajo artístico.
Lo demuestran así la bata de seda que el creador —quien en España fue compañero de estudios de Salvador Dalí— utilizaba mientras pintaba y una capa de paño de origen europeo que se hallan en exhibición.
Llama la atención la colección de muebles que adornan la casa. Elaborados en madera, la mayoría fue construida a comienzos de la década de los 30, por un tallador español. También se hallan piezas clásicas de la colonia, provenientes de Potosí.
Desde hoy, la entrada a la Casa Museo Cecilio Guzmán de Rojas tiene un costo de 5 Bs y los turistas extranjeros pagarán 10 Bs. Además de la visita guiada por el lugar y la proyección de un video, los visitantes recibirán una biografía del artista y un billete de Alasita de 10 Bs, que lleva el rostro del pintor
potosino, quien se suicidó en Llojeta a los 50 años.
En el lugar, el visitante también podrá adquirir, a 20 Bs, copias de la obra más representativa de Guzmán de Rojas: Cristo Aymara.
El esteta de los andes
Perfil • Cecilio Guzmán de Rojas nació en Potosí el año 1899 y ya en 1919 pintó su primer autorretrato. Luego de exponer su obra en España, el artista ingresa a la Escuela de Bellas Artes de París (Francia), donde conoce al pintor español Picasso. En 1924 retorna a España y estudia en la Escuela Superior de Madrid.
Legado • Es reconocido como iniciador de una corriente pictórica de marcada inclinación indigenista. Sus pinturas valoran de sobremanera a las raíces andinas. Su obra se encuentra diseminada en varios países de Europa y de Latinoamérica. Su vasta producción artística lo hizo merecedor a varios galardones internacionales.
