El Parque Cretácico

Miércoles, 15 / Jun / 2005
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com

Presione aquí
Los trabajos para la creación de un mini “Jurassic Park” en Sucre están en marcha. Se prevé que los primeros meses del 2006 el complejo esté listo, para beneficio del turismo.

A los cinco nombres que posee Sucre desde su fundación, en este siglo XXI se ha ganado uno sexto: la ciudad de las huellas de dinosaurio, pues es uno de los mayores depósitos de las pisadas de estos gigantes que existieron, según los científicos, hace unos 65 a 85 millones de años.

El principal yacimiento —el farallón de Cal Orcko—, de 30.000 metros cuadrados, tiene alrededor de 5.000 marcas de las que 3.300 han sido identificadas como pertenecientes a 330 animales diferentes. En otros lugares del mundo se registraron 220 huellas que pertenecían a dos animales.
Y el otro hecho singular es que cuenta con unas ocho capas de huellas, separadas por marcas, de modo que si continúan cayendo las actuales y perdiéndose huellas, aparecen otras de tiempos anteriores. Así lo explica el entusiasta guía oficial, Klaus Schüett, que cada día lleva a un mayor número de visitantes al lugar. El viaje se efectúa en una pieza de museo que, para asombro y placer de los turistas, sigue funcionando. Es una camioneta International de 1952 adaptada especialmente para el transporte de pasajeros. Todo un dinosaurio de los motorizados.

La presencia de dinosaurios

Existe una compleja explicación científica para justificar la presencia de las huellas de estos gigantes en el denominado período Cretácico Superior. Estas incluyen desplazamientos tectónicos, es decir, de las placas

Presione aquí
continentales cuando aún no había cordilleras.
Según los paleontólogos, la zona que corresponde hoy a Chuquisaca era un lago de agua dulce de poca profundidad —a nivel del mar— a donde acudían los gigantes para alimentarse de plantas y, los carnívoros, de los dinosaurios herbívoros. Se supone que una erupción volcánica de magnitud arrojó cenizas sobre el lago y cubrió las huellas que estos gigantes habían dejado, y las conservó de la erosión. Y así, sucesivamente, en los millones de años venideros.

Cuando la placa continental chocó con la placa de Nazca, todo el piso que conservaba las huellas se levantó para conformar las laderas de lo que ahora es el sistema cordillerano andino. "Y por ello, es que el farallón —un sinclinal— tiene una inclinación de 72 grados y muestra claramente la dirección que seguían los animales", señala Schüett, cuyos esfuerzos en la explicación son premiados con las preguntas de los "más entendidos" del grupo visitante: los niños.

Los paleontólogos han establecido que en el lugar se encontraban los anquilosaurios y titanosaurios, además de algas y peces del período cretácico. El farallón conserva otras ocho capas que, con el tiempo, descubrirán, con seguridad, otras grandes sorpresas.

Tras las huellas

La primera constatación de la existencia de huellas se produjo en 1985, cuando el geólogo Hugo Heyman lo hizo notar a las autoridades de la entonces Corporación de Desarrollo de Chuquisaca, pero se mantuvo en reserva. Nueve años más tarde, un grupo de alumnos del colegio Alemán de Sucre que visitaba

Presione aquí
la fábrica, observó las huellas de animales. Un mes después, se filmaron y el director del Museo de Paleontología certificó la importancia del yacimiento.

En agosto de 1998, una misión de 12 paleontólogos de las universidades de Basilea, de Roma y de Colorado, bajo la dirección del profesor Christian Meyer, comprobó que en Cal Orcko existían más de "5.000 impresiones fosilizadas de 150 diferentes tipos, algo jamás visto en el mundo". Ello permitió a los científicos establecer que había una mayor diversidad de animales. Los científicos establecieron también que los anquilosaurios podían desplazarse a unos 12 kilómetros por hora, algo inusual para un cuadrúpedo de seis a ocho toneladas. Y que el titanosaurio, que se calcula tenía una altura de 25 metros, recorría tres kilómetros por hora a paso lento.

Con las huellas en la cabeza

Para comienzos del 2000 las huellas se convirtieron en una fijación en la mente del flamante presidente del directorio, Samuel Doria Medina, que buscaba medios para identificar la fuerza del dinosaurio con la calidad de su cemento. Tenía las huellas en la cabeza, admite.
La primera oportunidad fue la feria de Santa Cruz. En el stand de Fancesa se levantó una enorme estructura: un dinosaurio que parecía alargar la cabeza y alcanzar una de las palmeras del parque. Fue todo un impacto para los visitantes y el jurado que le otorgó el primer premio de la feria.

Doria Medina señala que fue también un impacto en el bolsillo, pues el dinosaurio costó 25.000 dólares. Pero el equipo chuquisaqueño aprendió

Presione aquí
y las dos siguientes réplicas costaron 5.000 y 2.000 dólares, y fueron instaladas en los accesos principales a la ciudad.
La presencia de estas figuras permitió que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia de adoptar las huellas como símbolo.

El Parque Cretácico

Cal Orcko es, oficialmente, el mayor depósito de huellas de dinosaurio del mundo y ese es un factor determinante para atraer no solamente a paleontólogos, sino a turistas de todas partes. Por ello se ha programado que para el primer trimestre del año, próximo a la apertura del Parque Cretácico. Los trabajos comenzaron ya en los 5.000 metros asignados por la fábrica de cemento para levantar un mirador frente a las huellas, una sala audiovisual que permitirá al visitante retrotraerse a la era de los dinosaurios. Las facilidades, con acceso especial para minusválidos, incluyen tiendas de artesanía, restaurante y cafetería, además de programas especiales de imagen, luz y sonido al aire libre.

En el parque se podrá admirar réplicas de al menos 13 dinosaurios en tamaño natural.
Paralelamente, los dueños de la fábrica de cemento de Sucre, (Alcaldía de Sucre, Universidad San Francisco Xavier y la fábrica de cemento de La Paz), están empeñados en buscar financiamiento para la preservación de las huellas que implica una considerable inversión.
Con todo esto, el Parque Cretácico aportará una nueva dinámica económica a Sucre por la generación de actividades colaterales como los servicios al turismo: hotelería, alimentación, artesanía y transporte, entre otros.
SÍGUENOS EN:
Google News