Informes científicos del Observatorio San Calixto dan cuenta de la probabilidad de un sismo de gran escala en la Costa Pacífica (entre Perú y Chile) que puede repercutir negativamente en la ciudad de La Paz.
Ingenieros civiles se reunieron para evaluar los probables efectos que pudiera tener la ciudad de La Paz y empezar a tomar conciencia de los posibles efectos en la urbe paceña.
Las conclusiones preliminares de un posible gran riesgo en esta ciudad no fueron halagüeños, pero se espera que con el concurso de las entidades públicas, privadas y vecinales, se puedan reducir los efectos de lo que está próximo a venir, por efectos de la naturaleza: Un temblor de 10 grados en la escala de Richter en la costa del Océano Pacífico, que puede afectar seriamente a La Paz, ya que las hondas de expansión llegarían entre pasados los cinco grados hasta La Paz, magnitud que no soportaría esta ciudad.
A la reunión asistieron el presidente de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, filial La Paz (SIB-LP), representante de la Asociación de Ingenieros Estructurales, Rolando Grandi; el secretario general del Colegio de Ingenieros Civiles, Marcelo Herrera; y la directora del Observatorio de San Calixto, Estela Minaya.
LAS PROBABILIDADES
Hace más de 100 años, una parte de la costa pacífica entre Perú y Chile no ha dado nuestras de su estado caótico a kilómetros bajo tierra. Pero "todo es cuestión de tiempo", dicen los especializados.
Por más de 30 años, la zona norte de Chile se prepara para un terremoto de escala 10 o superior, pues los científicos aseguran que la región muestra evidencias de que fenómenos de esa magnitud suceden cada 100 años. Y esas fechas están próximas a llegar, con una imprecisión de 30 años anterior o posterior al año indicado que es el 2012, según el Observatorio San Calixto.
Las placas de Nazca y Sudamericana han estado moviéndose constantemente en estos últimos meses, lo que hace pensar que la energía se está liberando de
a poco en las profundidades con el choque de plaza. Sin embargo, esa enorme energía no se ha liberado del todo y "lo único que queda es preparase para lo inevitable", según ha señalado la prensa chilena luego del terremoto del pasado 13 de junio.
Los últimos temblores que se han registrado en la costa del Pacífico se han sentido especialmente en la ciudad de La Paz. Si hubiera uno de gran magnitud, no se sabe a ciencia cierta cuáles serían los efectos. Pero los especialistas coinciden en que podría ser demoledor.
Para el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, en junio se reportaron 21 temblores, siendo el del 13 de ese mes con centro cerca de la ciudad de Iquique (a 300 Kms. De La Paz), de 7,9 de magnitud, que se sintió en esta ciudad a una intensidad de 4 grados, el más fuerte sentido desde hace tiempo. En el mes de julio, los movimientos telúricos han pasado a la decena.
En Bolivia se registran temblores en Santa Cruz y Tarija, pero con leves y permanentes movimientos; pero la actividad sísmica que afecta a la ciudad de La Paz viene de Oeste a Este. Es decir, comienza en la costa Pacífica.
El Observatorio San Calixto señala que cuando hay un periodo largo de tiempo donde no hay actividad sísmica, la probabilidad de un gran Terremoto es bastante alta. En la "Zona de Ausencia Sísmica" entre el norte de Chile y el Sur del Perú no se ha registrado movimientos desde 1877 y 1868. Ese es el temor ya que se espera un terremoto de magnitud en ese sector en cualquiera de los siguientes días o años.
CIUDAD FRÁGIL
Los participantes de la reunión coincidieron en que, a parte de la fragilidad de la tierra donde se soportan la mayoría de los edificios de la Sede de Gobierno, la mano del hombre ha hecho mucho más para aumentar el riesgo.
Los efectos de deslizamientos de laderas por las pendientes existentes y los suelos residuales, son dos de los riesgos. Pero además, se corre peligro en las construcciones mal diseñadas. Según los ingenieros
de La Paz, no existiría un solo edificio antisísmico construido, a no ser las realizadas por la Iglesia Mormona en nuestro país.
Para Rolando Grandi, de la Asociación de Ingenieros Estructurales, hay mucha vulnerabilidad en La Paz. Primero, porque el suelo tiene una topografía compleja y muy irregular. Además, hay muchos ríos subterráneos. A parte, casi la totalidad de los edificios y casas, no están preparadas para la acción sísmica con lo que se aumenta la debilidad citadina.
"No porque no les dé las gana a los ingenieros o constructores el querer construirlas, sino porque no existe regulación alguna que exija edificar, guardando parámetros antisísmicos", señalaron. A ello se suma la falta de control en construcciones que se realizan sin obtener permiso municipal ni con el conocimiento de los ingenieros.
A parte de ello, la infraestructura básica tampoco está preparada como los sistemas de agua, alcantarillado, red eléctrica, telefonía, red de gas. Las principales infraestructuras que deberían estar preparadas para un evento como este, tales como los hospitales, escuelas, universidades, oficinas públicas (donde la autoridad pueda controlar todo), no están preparadas y hasta podrían afirmar que serían las primeras en caerse.
CÓMO ORGANIZARSE
La Sociedad de Ingenieros de La Paz tuvo la iniciativa hace dos años, de encarar con la sociedad civil y organizaciones internacionales, como participantes de comisiones que tengan que ver con el análisis de la gestión de riesgos.
La primera reunión fue para analizar las guías de diseño hospitalario y se incorporen en las guías de primero y segundo nivel de atención. Así también estas organizaciones han ido incorporando la gestión de riesgo, a través de una comisión que se llamó de Análisis para el USPA (Uso de Suelo Urbano y Patrones de Asentamiento), que es un reglamento que define las normas que rigen el uso del suelo y los patrones de asentamiento de las construcciones dentro del
área urbana y suburbana de la ciudad de La Paz.
Para la SIB, esta es la base para conformar un grupo pilotado por la Oficialía Mayor de Gestión Territorial de la Alcaldía de La Paz, en la que participan la Sociedad de Ingenieros, el Colegio de Arquitectos y la Cámara de la Construcción.
Hay otras iniciativas como la de la elaboración de una norma de diseño y construcción Sismo-Resistente que tendrá que pasar por un proceso de validación, donde participarán todas las instituciones relacionadas a la industria de la construcción.
Los participantes estuvieron de acuerdo con que se puede disminuir el riesgo haciendo las construcciones más seguras y hacer que los vecinos se organicen para minimizar los peligros. ¿Pero cuánto cuesta levantar un edificio antisísmico? fue la primera pregunta que emergió.
Mucha gente considera que hacer diseño sísmico en el país es muy costoso. Pero estudios internacionales, determinaron que el costo de incrementar la resistencia sísmica en un edificio llega máximo a costar un 10 por ciento más de la obra gruesa. Y la obra gruesa significa un 40 por ciento de los costos de todo el edificio acabado.
COMITÉ VECINAL
En unas semanas más, la SIB-La Paz convocará a representantes institucionales y vecinales para tomar cartas en el asunto.
Se quiere que en un Comité de Vecinos o Consejo Ciudadano se organice para hacer rutinas de simulacro de evacuación rápida, algún sistema de alarma vecinal; despertar la conciencia de la población para prepararse contra esta amenaza muy alta; revisar permanentemente políticas, planes, programas, proyectos y estrategias para el desarrollo urbano y la normativa urbana del municipio de La Paz y la formulación de las propuestas para adecuar la misma en el marco de las normas concordantes.
La intención es que en el futuro, crear una fundación ajena a la municipalidad para que este grupo pueda ejercer una total vigilancia permanente a la planificación de la ciudad de a Paz.
