Papa en Bolivia: De Paulo VI a Francisco, 37 años de historia singular

Se trata de Paulo VI o Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, papa número 262, italiano y sucesor de Juan XXIII, que ejerció el vicariato entre 1963 y 1978, cuando anciano se fue a morir el 6 de agosto de ese año en la residencia de los jefes del Estado Vaticano, Castel Gandolfo.

Su sucesor Albino Lucciani, Juan Pablo I, escribió la historia más penosa de la Iglesia Católica del siglo XX.

Fue el papa 263 y el primero nacido en el siglo XX y muerto ese mismo século. Alumbrado en 1912, su pontificado fue meteórico. Murió en octubre de 1978, poco más de un mes de electo por el Colegio Cardenalicio. Le decían Papa de la Sonrisa. Fue el último pontífice italiano hasta la fecha.

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Su repentina muerte, en su lecho una noche después de beberse un tazón de té, disparó una serie de especulaciones llevadas incluso, en calidad de hipótesis, a un libro.

El autor David Yallop sugirió que Juan Pablo I fue envenado cuando investigaba o hacía investigar los manejos en el Banco del Vaticano.

Llevado incluso al celuloide en los términos planteados por Yallop, el deceso obscuro de Lucciani, que adversaba al cura estadounidense, Paul Casimir Marcinkus, en el Banco Ambrosiano, del Vaticano, devino en la elección del polaco Karol Wojtyla, el Papa más viajero de la historia de la Iglesia Católica, que visitó Bolivia en 1988.

Su ministerio se plantó como el más longevo del siglo XX.

Su papado duró 27 años, entre 1978 y 2005.

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Uno de los hombres más políglotas de la historia moderna y de la iglesia universal, Wojtyla, que sobrevivió a 2 atentados terroristas personales durante su pontificado, visitó 129 países en las casi tres décadas que ejerció la jefatura de la iglesia católica, entre ellos Bolivia en 1988.

Fue el papa 264 de la Iglesia católica y jefe del Estado Vaticano y el primero no italiano desde 1523. 

Anciano, Juan Pablo II, a quien se le escurrió la vida gota a gota en el filo de los 90 años, fue aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX.

Su sucesor fue el cura alemán Joseph Ratzinger.

Ratzinger no pudo lidiar con la crisis de la Iglesia de San Pedro signada por los curas pedófilos y,  papa número 265 de la Iglesia católica, fue el primero en abdicar desde los tiempos de San Pedro.

Su sucesor también marcó la historia de la más importante confesión religiosa en América Latina.

El cónclave cardenalicio se tomó un tiempo considerable hasta soltar la fumata  blanca y designar al argentino Jorge Mario Bergoglio, que este miércoles pisará por tercera vez desde 1974 suelo de Bolivia, antes como novicio y, ahora, como Papa número 266. ABI