Bolivia se envuelve de fe para la llegada del papa Francisco

Quienes no han viajado pueden seguir la visita por los medios de comunicación, desde el momento en que el Papa arribe de Ecuador al aeropuerto internacional de El Alto, a las 4:15, si se cumple la agenda. Sólo estará unas horas en La Paz, pero le alcanzarán para una bendición inicial; saludar a la población durante su trayecto del aeropuerto a la plaza Murillo; rendir homenaje a Luis Espinal; acudir al Arzobispado, al Palacio de Gobierno, donde mantendrá un encuentro protocolar con el presidente Evo Morales, y a la Catedral, donde recibirá a autoridades civiles, para finalmente dar un discurso que cerrará su visita a La Paz.

La talla de Francisco ha movilizado a autoridades políticas de todas las regiones que durante el último tiempo se han mostrado cercanas a la curia y quieren tener aunque sea unos segundos con él. Ayer, el Presidente volvió a exaltar la figura de Francisco al afirmar que nunca pensó compartir con un Papa los ideales de justicia social, por lo que pidió un unánime “Jallalla Francisco”.

El ambiente es de fiesta, aunque las bajas temperaturas, las multitudes y las restricciones que se anuncian acobardan tanto en La Paz como en Santa Cruz. Incluso respecto a esto, hay optimismo en muchas personas: esperan que el frío amaine o, al menos, no llueva para participar de los actos programados y ver al Papa aunque sea unos segundos, con la convicción de que estarán ante el representante de Cristo.

A Santa Cruz el Papa llegará a las 9:15, peregrinos y ciudadanos lo esperan el Altar donde Francisco celebrará la misa, a los pies del Cristo Redentor, para tomarse fotografías o simplemente observarlo.

De Sucre, las delegaciones anunciadas de distintos grupos pastorales ya están en La Paz y Santa Cruz, y dependiendo de la diferencia generacional, cada persona vive esa participación con entusiasmo o reserva. Y hasta hay curiosidad o cuestionamiento en los no creyentes por la influencia mundial de Francisco y se multiplican los encargos de objetos bendecidos a quienes estarán en su presencia. 

Sucre y Chuquisaca no son la excepción: el alcalde Iván Arciénega y el gobernador Esteban Urquizu llevaron sus regalos: tejidos, una réplica de la Virgen de Guadalupe y un traje de gala de la cultura yampara.La lista de obsequios es larga y la fe de los bolivianos es inmensa. 

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