Iglesia Católica convoca a un debate sobre el narcotráfico en Bolivia

La Conferencia Episcopal presentó una Carta Pastoral sobre Narcotráfico y Drogadicción, en la que convoca a un debate conjunto entre todas las instituciones del país.

Monseñor Aurelio Pesoa, secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana. Foto: ABI
Monseñor Aurelio Pesoa, secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana. Foto: ABI

La Conferencia Episcopal presentó una Carta Pastoral sobre Narcotráfico y Drogadicción, en la que convoca a un debate conjunto entre todas las instituciones del país.

La iglesia urge a la sociedad en su conjunto a enfrentar el flagelo del narcotráfico, informó el secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Aurelio Pesoa.

"Este nuestro enfoque, nuestra carta es motivo que queremos abrir un debate amplio que nos ayude a todos enfrentar el problema del narcotráfico para tener una Bolivia mejor en el futuro, pero que necesitamos el esfuerzo de todos: Estado, instituciones públicas, organizaciones internacionales, Policía, Iglesia, Justicia, Educación, Salud, todos en conjunto", dijo.

Explicó que no es intención de la Iglesia Católica atacar a una u otra institución, sino el de convocar a "todos" a asumir la problemática del narcotráfico en el país.

Según informes oficiales desde 1998 hasta 2005 la "erradicación forzosa" alcanzó 80.514 hectáreas con el saldo de decenas de muertes y centenares de heridos, mientras que en 2006 hasta 2014 con el control social se logró erradicar 75.370 hectáreas y sin violar derechos humanos.

Asimismo, entre 2006 y 2014 se han realizado 108.185 operativos antinarcóticos; en cambio desde 1998 hasta 2005 se realizaron 37.612 operativos; acción que arroja una variación porcentual de 188% en cuanto a operativos durante los últimos ocho años.

"Con la nacionalización de la lucha contra las drogas, el Gobierno boliviano ha invertido desde 2009 hasta 2014 un total de 1.075,18 millones de bolivianos", según datos oficiales.

La Carta Pastoral, que fue leída por la autoridad eclesiástica, asegura que el consumo tradicional de la hoja de coca, desde tiempos ancestrales, tiene un valor cultural y medicinal, especialmente en la vida de los pueblos andinos de Bolivia, y que lo malo es su transformación en cocaína.

Además, señala que el narcotráfico estigmatiza indiscriminadamente a todos los bolivianos ante la comunidad internacional.

El documento también destaca que la droga destruye a la persona, la familia, la sociedad, la institucionalidad y la imagen de un país, como también desestructura la sociedad, distorsiona la economía y promueve la cultura de la ilegalidad y de la corrupción.

ABI