Según estudio, Bolivia retrocede en todas las dimensiones del índice de desarrollo democrático

Bolivia está entre los países de "mínimo desarrollo democrático" al reducir, durante la gestión pasada, su puntuación en casi 18% respecto de 2011, esto se debe a "un retroceso en todas las dimensiones" democráticas, salvo en aquella que mide los derechos políticos y las libertades civiles de los ciudadanos, que avanzó en un 3%, dice un estudio elaborado por PoliLat y la Fundación Konrad Adenauer.

El Índice de Desarrollo Democrático de América Latina 2012, elaborado por la Fundación KAS y PoliLat, muestra a Costa Rica, Chile y Uruguay con los valores más altos (10, 9,9 y 9,6) en un rango de 0 a 10, mientras que en el otro extremo están Nicaragua, República Dominicana, Bolivia, Guatemala, Venezuela y Ecuador en el grupo de "desarrollo democrático mínimo". El puntaje de Bolivia es de 2,733.

El estudio midió la democracia de los ciudadanos (derechos políticos y libertades civiles), la calidad institucional y la eficiencia política, el poder efectivo para gobernar (desarrollo social y humano, desarrollo económico). En el desglose eso significa haber medido aspectos como la percepción de la corrupción, la desestabilización, la anormalidad democrática, la mortalidad infantil, gasto en salud y educación, los hogares bajo la línea de pobreza, la matriculación en secundaria, la brecha de ingreso, el endeudamiento, el condicionamiento de libertades y derechos por inseguridad, el voto de adhesión política, género en el gobierno, condiciones para el ejercicio de la prensa libre, acceso a la información pública, el habeas data, la elección de jueces de la corte suprema, los mecanismos de democracia directa, entre otros.

"Bolivia ha disminuido su puntuación en el índice de desarrollo democrático casi un 18% respecto al año anterior. Por ello ha descendido en el ranking regional, en esta oportunidad cinco posiciones, pasando al 17º lugar", dice el informe. El contexto de este deterioro en su posición es el énfasis en una economía predominantemente agrícola, pero ahora con énfasis en la matriz energética "impactó fuertemente en los conflictos económicos y sociales al interior de país".

Entre las debilidades señaladas para el país se cuenta que "las duras condiciones penitenciarias, la corrupción oficial, la falta de transparencia en el gobierno, la violencia y la discriminación contra la mujer y la trata de personas constituyen escollos para el avance de la democracia, que no son imputables solamente al gobierno del presidente (Evo) Morales, pero su gestión tampoco ha logrado avances significativos en estos campos".

La participación de las mujeres, por ejemplo, en distintos niveles del gobierno es destacada por el estudio, por ejemplo la paridad alcanzada en 2010 a la cabeza de los ministerios que, sin embargo, se redujo a un 35% un año después. Otro aspecto que resulta en una debilidad manifiesta del Estado boliviano y su gobierno es el trato a los pueblos indígenas del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) que se oponen a la construcción de una carretera que atraviese ese territorio.

En la dimensión económica, el estudio dice que "a pesar de los avances en la reducción de la pobreza, en Bolivia persiste la desigualdad entre los sectores de su población, no solamente en términos de ingreso, sino en la distribución de la tierra, el acceso a la educación, o desigualdad en términos de los salarios y la redistribución de estos".

El informe puede ser visto en la dirección: www.idd-lat.org/downloads/idd-lat-2012.pdf


Fuente PIEB