Expertos piden no crear más tributos

Actualidad - Domingo, 26 / Mar / 2006
 
(La Razón)
Bolivia.com

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El debate está abierto. El Gobierno alista los cambios. Dos expertos y un empresario dicen que más allá de crear otros impuestos lo importante, lo que sí se debe hacer, es eliminar los regímenes especiales porque es donde se esconden los grandes evasores.

Los cambios se vienen y el debate está abierto. Para algunos, el sistema tributario nacional necesita una profunda reforma y la aplicación de nuevos impuestos; para otros, bastaría con algunas medidas precisas para mejorar la administración y la recaudación. Pero más allá de las versiones encontradas, en lo que las voces dicen lo mismo es en la urgencia de ampliar la base tributaria y eliminar los regímenes especiales que son la cueva de los grandes evasores y donde cada año se pierden unos 400 millones de dólares.

El Gobierno de Evo Morales anunció ya que están en estudio los cambios en el sistema tributario e incluso se habla de la posibilidad de aplicar nuevos tributos, al salario o a la riqueza. Frente a este anuncio, dos expertos y un empresario analizan la necesidad o no de aplicar una reforma en los impuestos que cobra el país. Hay voces a favor y otras que piden “hacer que paguen los que hoy no pagan”.

Los regímenes especiales son aquellos que ofrecen a los potenciales contribuyentes o a un sector en especial, facilidades y beneficios en el pago de tributos. Entre ellos, el más conocido es el Régimen Simplificado, en el que están inscritos los más de 100 mil gremiales. Pero también está el Régimen Integrado, que cobija al autotransporte, y el Régimen Agropecuario Unificado, donde están los pequeños agricultores.

Los tres sistemas tienen hoy en día un bajo impacto en las recaudaciones y no llegan ni al uno por ciento del total por año. Sin embargo, distintos informes empresariales y oficiales muestran que en estos sectores se cobijan grandes movimientos económicos, “elefantes blancos”, que bien podrían tributar al Estado como grandes o medianas empresas.

“Bolivia no necesita una reforma, lo que hay que hacer ahora es cobrar a los que no pagan”, dice Juan Cariaga, analista económico y experto en temas tributarios.

Cariaga no cree pertinente aplicar nuevos impuestos en Bolivia, pues caerían sobre los que siempre pagan, y eso no sería beneficioso ni para la economía ni para el país. Considera que el problema central del sistema nacional es la administración, que si se mejora permitiría recaudar más.

Los empresarios comparten este punto de vista. El presidente de la Cámara Nacional de Industria, Eduardo Peinado, dice que crear nuevos impuesto sería sólo castigar a los pocos contribuyentes que tiene Bolivia, cuando “lo que corresponde de una vez es eliminar esos regímenes especiales que sólo le hacen daño a la economía y al país”.

Los privados rechazan de plano la creación de cualquier nuevo impuesto y pedirán al Gobierno ampliar la base de contribuyentes.

En cambio, uno de los expertos más reconocido del país en este tema, y que por ahora prefiere el anonimato, señala que lo que se impone es una reforma total del sistema, que incluya la eliminación de algunos tributos y la creación de nuevos, como el de la renta a las personas, porque los tiempos han cambiado. “Considero que a 20 años de haber realizado una reforma tributaria (mayo/86), Bolivia requiere una nueva reforma, que refleje las necesidades actuales, resultado de un estudio profundo, no de una improvisación o de simples ajustes. A la fecha existe una proliferación de normas legales, algunas de ellas confusas, sobre los impuestos que se establecieron con la Ley 843”, dice el experto.

Considera, por ejemplo, interesante la propuesta de gravar la renta de las personas, pero sólo de aquellas que tienen altos ingresos. “Si el impuesto grava a las personas de elevados ingresos y deja fuera del ámbito tributario a un gran porcentaje de la población que tiene salarios mínimos, no tiene por qué ser resistido. Un impuesto a la renta de personas es más equitativo debido a que considera la capacidad de pago de las personas y toma en cuenta las cargas familiares que tiene el contribuyente”, explica.

No obstante, dice que los empresarios también tienen razón al reclamar la eliminación de los regímenes especiales, porque “le han hecho mucho daño al país, es un sector que actualmente no tributa, la evasión es muy elevada en esos sectores a los que se adiciona los temas de contrabando. Se fiscaliza únicamente a los que están inscritos y permanentemente a los mismos y qué de los mercados negros en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz”, se pregunta el experto.

Con sólo corregir el tema de los regímenes simplificados y el contrabando, con sólo efectuar un control de la emisión de las facturas se podría incrementar las recaudaciones, afirma. “El IVA representa cerca del 50 por ciento de las recaudaciones y los índices de evasión de este impuesto son elevados, se manejan cifras altas y diferentes sobre el porcentaje de evasión, pero está a la vista darse cuenta que si existe, las personas tratan de evitar emitir la nota fiscal (pese al control de fedatarios), el caso es peor en el interior”.

El Gobierno, entre tanto, dice que la posible eliminación de éstos regímenes está en análisis.

Entrevista

“Lo más importante es eliminar las subvenciones”

Juan Cariaga, analista económico, sugiere mejorar la administración en Impuestos.

¿Cree usted que en este momento Bolivia necesita una nueva reforma tributaria o sólo algunas medidas de ajustes?

Yo no creo que sea necesaria una reforma tributaria, pues esto significaría volver al impuesto a la renta que ha demostrado ser totalmente ineficaz, que junto a otros impuestos llevaron a Bolivia a la hiperinflación. Ahora lo que hay que hacer en este momento es cobrar a los que no pagan, la evasión tributaria es cinco por ciento del PIB, que son más de 400 millones de dólares de gente que se escuda debajo de los regímenes especiales que son los gremiales, los transportistas y los de la agricultura. Por otro lado, en este momento, si Bolivia cambiara la matriz energética eliminaría alrededor de 600 millones de dólares de subvenciones que sería un ahorro significativo para el Tesoro. El país podría exportar 600 millones de dólares de carburantes a precios internacionales. Entonces Bolivia, el Tesoro estaría ganando alrededor de 600 millones de dólares que hoy en día se le van en subvenciones y estaríamos ganando 600 millones en exportaciones.

El Gobierno ha anunciado que estudia la posibilidad de aplicar un impuesto a los salarios altos o a la riqueza alta, ¿cree que es necesario?

Yo no creo que se deba aplicar impuestos a los salarios altos o a la riqueza alta. En primer lugar los únicos que pagarían son los empleados como fue en el impuesto a la renta en los años 70. Por otro lado, cobrar un impuesto a la riqueza es cobrar al mismo pequeño grupo que hoy contribuye. No hay que olvidarse que el 75 por ciento de la población está fuera del alcance de la tributación, porque obviamente es gente que vive con uno o dos dólares al día y la tributación básicamente se concentra en 4.000 contribuyentes que son los que pagan el IVA y el IT.

Los empresarios, los que dicen que tributan siempre, se quejan porque son pocos los que tributan y que lo que hace falta es ampliar la base tributaria. ¿Usted cree que es así?

Entonces, seguir cobrando impuestos a los que siempre pagan no me parece que sea una alternativa razonable, lo importante es cobrar a los que no pagan y que están ocultos tras de los regímenes especiales. Además, se podría hacer una gran recaudación con la eliminación de las subvenciones.

Hay gente que considera que lo que hace falta en el país es sólo más control y lucha contra la evasión. ¿Será así?

No hay duda de que el problema en Bolivia no es de una reforma tributaria, no es de un nuevo sistema tributario, es un problema de administración. Bolivia se puede poner el Rol Roys de los impuestos, pero si no sabe administrar nunca va a poder cobrar adecuadamente lo que necesita.

¿Qué sugeriría usted que se podría hacer en este campo, tomando en cuenta que el país necesita más recursos?

Yo recomendaría que se mejore la administración. Esa ha sido siempre la recomendación de todos los grandes tributaristas que han venido a estudiar el sistema boliviano. Ampliar la base tributaria, porque todo el mundo se está escudando en los regímenes especiales. Y lo más importante es eliminar las subvenciones. Si Bolivia tiene gas, puede llevar ese gas a todos los usuarios por cañerías como lo hace con el agua y cambiar los motorizados a gas en vez de gasolinas. Entonces, el Tesoro ahorraría 600 millones de dólares, eso es lo importante. Por otro lado, la gasolina y el diesel que hoy están subvencionados, lo exportamos y Bolivia ganaría otros 600 millones de dólares adicionales.


El Gobierno pide que den más quienes tengan más

Proyección • Un experto lanza algunas ideas para llevar adelante la reforma en impuestos.

El Poder Ejecutivo trabaja en los cambios en el sistema tributario, los que incluirían, además, algún nuevo impuesto.

Entre las primeras ideas están la aplicación de un impuesto a los salarios altos, a la renta de las personas o a la riqueza excesiva.

“El criterio es que quienes tienen más aporten más”, dijo a los medios el vicepresidente Álvaro García Linera y aseguró que de ninguna manera los cambios afectarán a las personas de menores ingresos. En el Gobierno, los ministros Carlos Villegas y Luis Arce son partidarios de aplicar un tributo a la renta de las personas, es decir a todo lo que recibe como ingresos, pero García Linera está en contra, de todas maneras quien decida será el equipo de ministros y el mismo presidente Evo Morales una vez terminados los estudios, dijo el vocero Álex Contreras.

Los cambios vendrán junto al plan que el Gobierno alista para la economía y el desarrollo.

Los empresarios piden que el Gobierno no demore, pues no es bueno trabajar en la incertidumbre. “Cualquier cambio debería hacerse de forma oportuna y no dejar que corran los rumores”, sostuvo el empresario Eduardo Peinado.

Uno de los expertos más destacados en el tema, que pidió guardar su nombre en reserva, sugiere que la reforma elimine los impuestos poco productivos, se dé mayor fuerza a los que sí dan resultados, como el IVA, y se creen algunos precisamente destinados a hacer que quienes tienen más aporten más. “Sugeriría que a partir de un buen diagnóstico de la situación fiscal y de la realidad actual se plantee la realización de una nueva reforma tributaria integral, suprimiendo los impuestos vigentes que tienen bajo rendimiento, por ejemplo el régimen simplificado, integrado y rural, salidas al exterior, transmisión gratuita de bienes”.

Además, se debe privilegiar los regímenes generales manteniendo: a) un IVA con pocas exenciones (hoy han proliferado); b) un impuesto selectivo al consumo (aguardientes, cerveza, vinos, gasolina, diesel, vehículos, avionetas, motonaves y otros); c) un impuesto a la renta de personas (que refleje la capacidad de pago de las personas); d) un impuesto a la renta de empresas e) y un impuesto complementarios a las actividades relacionadas con productos no renovables (minería, hidrocarburos y otros).
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