Reloj del Fin del Mundo pone a la humanidad a 90 segundos del Apocalipsis

Restan 90 segundos para el inicio del Apocalipsis según el Reloj del Fin del Mundo; el acto simbólico que promueve el Boletín de Científicos Atómicos, una de las tradiciones de la comunidad científica para advertir a la humanidad de que el mundo puede acabar. 

El reloj es una representación de una posible catástrofe global provocada por el hombre y las actividades de las industrias sobre la Tierra. Durante este martes 23 de enero, los científicos añadieron otros aspectos que sumaron para acercar el reloj más hacia el Apocalipsis. 

La proliferación de las armas nucleares, la persistencia de las guerras en Rusia, Ucrania e Israel, el auge de la Inteligencia Artificial y la crisis climática fueron aspectos que los científicos analizaron en un posible Fin del Mundo. 

"Fijar el reloj a 90 segundos de la medianoche no es una indicación de que el mundo esté estable. Todo lo contrario. Las tendencias siguen apuntando ominosamente hacia una catástrofe global. La guerra en Ucrania sigue planteando un riesgo siempre presente de escalada nuclear...", advirtió Rachel Bronson, presidenta del Boletín de Científicos Atómicos.  

En ese sentido, los científicos recordaron que la Tierra está atravesando el año más caluroso y este indicador del calentamiento global fue algo que añadieron en el análisis. 

“Se han arraigado inundaciones masivas, incendios y otros desastres relacionados con el clima. Y la falta de acción sobre el cambio climático amenaza a miles de millones de vidas y medios de subsistencia”, precisan los expertos detrás de esta iniciativa. 

Cabe resaltar que los "relojeros del Apocalipsis" son expertos de primer nivel, muchos de ellos son premios Nobel por su aporte a la ciencia.

“La investigación biológica destinada a prevenir futuras pandemias ha demostrado ser útil, pero también presenta los riesgos de causar una”, precisó la experta ante la amenaza de una posible nueva pandemia en el mundo. 

En la primera edición de la iniciativa en 1947, el reloj estuvo situado a siete minutos del Apocalipsis, desde ese entonces, se ha movido al menos unas 25 veces y los mejores tiempos que se han registrado fue solo en los años 90, con la caída del Muro de Berlín. Desde el 2007, se añadió el cambio climático como un factor que podría acabar con la humanidad si no se atiende.