El adiós de un grande
Fútbol - Viernes, 31 / Mar / 2006
(Santa Cruz - El Nuevo Día)
Cerca a 20 mil personas en el estadio e invitados especiales, despidieron a Marco Antonio Etcheverry de la actividad del fútbol.
Cerca a 20 mil personas en el estadio Tahuichi Aguilera y otros miles en todo el país, dieron anoche un emocionado y merecido tributo a una de las más grandes figuras del fútbol boliviano de los últimos 20 años.
Marco Etcheverry, ‘Diablo’ para el mundo del fútbol, cerró en forma oficial una carrera de 18 años como profesional, en el que los éxitos superaron largamente a los fracasos.
Una veintena de ex jugadores de reconocida trayectoria, llegados desde distintos países del continente, que con su presencia jerarquizaron el acto, tributaron el merecido homenaje a este notable jugador que maravilló con su zurda ‘mágica’ a quienes lo vieron hacer sufrir a sus rivales.
El acto celebrado en el estadio Tahuichi Aguilera estuvo matizado entre lo futbolístico, musical, recordatorio, distinciones y luces artificiales de extraordinaria belleza.
Un partido entre los ‘Amigos de Etcheverry’ (amigos del barrio) y los ex jugadores de Tahuichi, dio comienzo a la velada.
En el interín de este encuentro, también se jugaron partidos entre equipos de niños, la cancha se dividió en dos, para luego dar paso al encuentro central entre la selección de 1993/94 que clasificó al Mundial de Estados Unidos y Los amigos de Etcheverry, integrado por ex jugadores de distintos países.
A la cabeza el emblemático portero paraguayo José Luis Chilavert y el ecuatoriano Alex Aguinaga, quienes recibieron las mayores ovaciones y el acoso de los caza autógrafos. ‘Los amigos de Etcheverry’ terminaron derrotando a la selección de ‘93/94 por 9 a 7.
Al margen del resultado, todavía se pudo apreciar la calidad de jugadores como Carlos Borja, Vladimir Soria, Darío Rojas, Milton Melgar, entre otros, que deleitaron a los aficionados al abservarlos.
Finalizado el partido, instituciones como la Federación Boliviana de Fútbol, clubes y amigos, entregaron el reconocimiento a través de plaquetas y pergaminos que Etcheverry agradeció emocionado.
Argentinos
Un técnico decía, lo más honesto del fútbol son los futbolistas. Di todo lo que pude. A veces me fue bien
Etcheverry
Empieza una nueva vida para él (Etcheverry). Y que la afronte con la misma dignidad y profesionalismo.
Néstor Gorosito
La época mía y de Marco fue la mejor porque tenía los mejores ‘10’ de Sudamérica y el mundo.
Alex Aguinaga
Marquito es el referente del fútbol boliviano. Se merece eso y mucho más. Es una persona sencilla.
’Chichi’ Romero
‘Ya es un recuerdo’
jorge barraza
periodista argentino
Zurda picante, goleadora, eléctrica; movimientos elegantes, cintura de quiebres inesperados. Zapatazos desde lejos a la red.
Jugador para el recuerdo. Marco Etcheverry ha logrado mucho más que títulos: se ha instalado ya en la memoria colectiva del pueblo futbolero. Cuando avancen los tiempos y haya que nombrar referentes históricos, su nombre saltará automáticamente para simbolizar los años 80 y los 90.
Jugador para ganar partidos y para soñar. “Con el Diablo y dos o tres más ya tenemos para dar pelea”, sacaba cuentas el hincha. Buen embajador, nombre grande de América.
Los árbitros, que son una de las partes más oscuras del fútbol (y no por la ropa) no podían faltar en la recordación. Imposible olvidar al señor Brizio Carter, de México, cuando expulsó a Marco en la inauguración del Mundial ‘94. Lo expulsó por nada, por querer zafarse de una marca molesta. Vuelvan a ver el video y coincidirán. Le opacó su Mundial, por el que había luchado tanto para llegar.
Imposible soslayar su gravitación en aquella gesta que fue la Eliminatoria del ‘93. Su golazo a Uruguay, o el que abrió el camino del triunfo ante Brasil, cuando el partido agonizaba y ya nadie daba un cobre por la victoria. Es el plus de los futbolistas diferentes.
Marco es toda una época del fútbol boliviano, cuando se codeó con los gigantes, y una referencia ineludible en la visión desde afuera.
La memoria es selectiva: tiende a recordar sólo lo bueno. Por eso es que nos olvidamos de los nombres de tantos pataduras que poblaron las canchas del mundo, pero nunca de los buenos, los que nos dieron algo. Entre ese puñado de notables con sensibilidad de artista está Marco.
Bolivia sabía que lo iba a llorar el día que se fuera. Por eso cabe la pregunta que los hinchas de todo el mundo nos hacemos cuando se retira un grande como Marco: “¿Cuándo surgirá otro como éste...?”
El presidente Evo Morales no asistió
Explicando la difícil situación por la que atraviesan algunos sectores sociales del país, el presidente de la República, Evo Morales, que en la víspera había asegurado su presencia al acto de despedida, al final no lo hizo, causando cierta desazón entre los invitados y también del público.
Fuentes cercanas a los organizadores y el propio Etcheverry, explicaron que recibieron una llamada de la Presidencia, anunciando la no llegada del Mandatario.
Sin embargo, fuerzas de seguridad y de la Policía habían montado un riguroso sistema de seguridad en los accesos al ingreso mismo del estadio y a los camarines, revisando a todo quien pretendía ingresar.
Apuntes
Encuentros. Fue emotivo ver que varios jugadores que llegaron del interior del país se encuentren con otros al parecer luego de largo tiempo. Los abrazos emocionados así lo denotaban.
Pedido. Cuando a los 18 minutos del primer tiempo se sancionó un tiro libre, el público pidió a coro que lo ejecute Chilavert, pero el paraguayo prefirió no hacerlo.
Arbitros. Los árbitros que dirigieron el encuentro fueron Pablo Peña con el silbato, Juan Carlos Arroyo y José Romero, líneas.
Cerca a 20 mil personas en el estadio e invitados especiales, despidieron a Marco Antonio Etcheverry de la actividad del fútbol.
Cerca a 20 mil personas en el estadio Tahuichi Aguilera y otros miles en todo el país, dieron anoche un emocionado y merecido tributo a una de las más grandes figuras del fútbol boliviano de los últimos 20 años.
Marco Etcheverry, ‘Diablo’ para el mundo del fútbol, cerró en forma oficial una carrera de 18 años como profesional, en el que los éxitos superaron largamente a los fracasos.
Una veintena de ex jugadores de reconocida trayectoria, llegados desde distintos países del continente, que con su presencia jerarquizaron el acto, tributaron el merecido homenaje a este notable jugador que maravilló con su zurda ‘mágica’ a quienes lo vieron hacer sufrir a sus rivales.
El acto celebrado en el estadio Tahuichi Aguilera estuvo matizado entre lo futbolístico, musical, recordatorio, distinciones y luces artificiales de extraordinaria belleza.
Un partido entre los ‘Amigos de Etcheverry’ (amigos del barrio) y los ex jugadores de Tahuichi, dio comienzo a la velada.
En el interín de este encuentro, también se jugaron partidos entre equipos de niños, la cancha se dividió en dos, para luego dar paso al encuentro central entre la selección de 1993/94 que clasificó al Mundial de Estados Unidos y Los amigos de Etcheverry, integrado por ex jugadores de distintos países.
A la cabeza el emblemático portero paraguayo José Luis Chilavert y el ecuatoriano Alex Aguinaga, quienes recibieron las mayores ovaciones y el acoso de los caza autógrafos. ‘Los amigos de Etcheverry’ terminaron derrotando a la selección de ‘93/94 por 9 a 7.
Al margen del resultado, todavía se pudo apreciar la calidad de jugadores como Carlos Borja, Vladimir Soria, Darío Rojas, Milton Melgar, entre otros, que deleitaron a los aficionados al abservarlos.
Finalizado el partido, instituciones como la Federación Boliviana de Fútbol, clubes y amigos, entregaron el reconocimiento a través de plaquetas y pergaminos que Etcheverry agradeció emocionado.
Argentinos
Un técnico decía, lo más honesto del fútbol son los futbolistas. Di todo lo que pude. A veces me fue bien
Etcheverry
Empieza una nueva vida para él (Etcheverry). Y que la afronte con la misma dignidad y profesionalismo.
Néstor Gorosito
La época mía y de Marco fue la mejor porque tenía los mejores ‘10’ de Sudamérica y el mundo.
Alex Aguinaga
Marquito es el referente del fútbol boliviano. Se merece eso y mucho más. Es una persona sencilla.
’Chichi’ Romero
‘Ya es un recuerdo’
jorge barraza
periodista argentino
Zurda picante, goleadora, eléctrica; movimientos elegantes, cintura de quiebres inesperados. Zapatazos desde lejos a la red.
Jugador para el recuerdo. Marco Etcheverry ha logrado mucho más que títulos: se ha instalado ya en la memoria colectiva del pueblo futbolero. Cuando avancen los tiempos y haya que nombrar referentes históricos, su nombre saltará automáticamente para simbolizar los años 80 y los 90.
Jugador para ganar partidos y para soñar. “Con el Diablo y dos o tres más ya tenemos para dar pelea”, sacaba cuentas el hincha. Buen embajador, nombre grande de América.
Los árbitros, que son una de las partes más oscuras del fútbol (y no por la ropa) no podían faltar en la recordación. Imposible olvidar al señor Brizio Carter, de México, cuando expulsó a Marco en la inauguración del Mundial ‘94. Lo expulsó por nada, por querer zafarse de una marca molesta. Vuelvan a ver el video y coincidirán. Le opacó su Mundial, por el que había luchado tanto para llegar.
Imposible soslayar su gravitación en aquella gesta que fue la Eliminatoria del ‘93. Su golazo a Uruguay, o el que abrió el camino del triunfo ante Brasil, cuando el partido agonizaba y ya nadie daba un cobre por la victoria. Es el plus de los futbolistas diferentes.
Marco es toda una época del fútbol boliviano, cuando se codeó con los gigantes, y una referencia ineludible en la visión desde afuera.
La memoria es selectiva: tiende a recordar sólo lo bueno. Por eso es que nos olvidamos de los nombres de tantos pataduras que poblaron las canchas del mundo, pero nunca de los buenos, los que nos dieron algo. Entre ese puñado de notables con sensibilidad de artista está Marco.
Bolivia sabía que lo iba a llorar el día que se fuera. Por eso cabe la pregunta que los hinchas de todo el mundo nos hacemos cuando se retira un grande como Marco: “¿Cuándo surgirá otro como éste...?”
El presidente Evo Morales no asistió
Explicando la difícil situación por la que atraviesan algunos sectores sociales del país, el presidente de la República, Evo Morales, que en la víspera había asegurado su presencia al acto de despedida, al final no lo hizo, causando cierta desazón entre los invitados y también del público.
Fuentes cercanas a los organizadores y el propio Etcheverry, explicaron que recibieron una llamada de la Presidencia, anunciando la no llegada del Mandatario.
Sin embargo, fuerzas de seguridad y de la Policía habían montado un riguroso sistema de seguridad en los accesos al ingreso mismo del estadio y a los camarines, revisando a todo quien pretendía ingresar.
Apuntes
Encuentros. Fue emotivo ver que varios jugadores que llegaron del interior del país se encuentren con otros al parecer luego de largo tiempo. Los abrazos emocionados así lo denotaban.
Pedido. Cuando a los 18 minutos del primer tiempo se sancionó un tiro libre, el público pidió a coro que lo ejecute Chilavert, pero el paraguayo prefirió no hacerlo.
Arbitros. Los árbitros que dirigieron el encuentro fueron Pablo Peña con el silbato, Juan Carlos Arroyo y José Romero, líneas.