(Santa Cruz - El Nuevo Día)
El desenfreno de la fiesta folclórica de Oruro ambienta la película de Julia Vargas. Es una historia sobre el amor y los placeres de la humanidad.
“Esito sería” se estrena en Santa Cruz esta noche, a las 19.10, con la presencia de su directora, la cochabambina Julia Vargas. Cine Center acoge la presentación de la cinesta que con “Esito sería” logró su primer largometraje, en el marco de una amplia trayectoria en el audiovisual.
La historia que presenta la película de Julia Vargas está ambientada en el carnaval de Oruro. Gaude, joven argentino, músico perfeccionista de orquesta, recibe una carta de un amigo boliviano, también músico, enfermo. En el paisaje árido y las calles semi vacías de Oruro, se encuentra con su entierro.
Es recibido por Rosa, su hermosa y coqueta hermana, y otros personajes del lugar que viven sus búsquedas personales. Rosa busca sentir el amor. Raymi, el feo del pueblo, experto bordador y afanoso buscador de palabras, desea llegar a Rosa a quien ama en secreto. Miguel el emigrante sofisticado a USA, escudando sus emociones tras de una cámara de video, desea un hijo. Carmen, arquitecta inteligente y apasionada, reprimida por su marido, llegó para liberarse en la danza.
Beto el niño trabajador del cementerio, lucha por ganarse la vida y aprender música. Y otros personajes: el peluquero ansioso de volver a la Hungría de sus recuerdos; el setentón Gregorio que se niega a ser viejo; el funcionario arrogante deseando a la mujer de su empleado; la esposa encerrada que busca aventuras; la solterona solitaria a la caza de atención... así Vargas entreteje las vidas de sus personajes.
LA PELíCULA
El protagonista • Gaude se va quedando en Oruro, tomando el lugar de su amigo en la banda de una comparsa en las semanas previas al carnaval.
El contexto • Llega el carnaval, tácito espacio de libertad que permite vivir, por días, sueños y fantasías, sin reglas ni límites sociales, en desenfreno compartido, en comparsas bulliciosas que llenan de color las calles, en miles de visitantes que atiborran las graderías.
El desenfreno de la fiesta folclórica de Oruro ambienta la película de Julia Vargas. Es una historia sobre el amor y los placeres de la humanidad.
“Esito sería” se estrena en Santa Cruz esta noche, a las 19.10, con la presencia de su directora, la cochabambina Julia Vargas. Cine Center acoge la presentación de la cinesta que con “Esito sería” logró su primer largometraje, en el marco de una amplia trayectoria en el audiovisual.
La historia que presenta la película de Julia Vargas está ambientada en el carnaval de Oruro. Gaude, joven argentino, músico perfeccionista de orquesta, recibe una carta de un amigo boliviano, también músico, enfermo. En el paisaje árido y las calles semi vacías de Oruro, se encuentra con su entierro.
Es recibido por Rosa, su hermosa y coqueta hermana, y otros personajes del lugar que viven sus búsquedas personales. Rosa busca sentir el amor. Raymi, el feo del pueblo, experto bordador y afanoso buscador de palabras, desea llegar a Rosa a quien ama en secreto. Miguel el emigrante sofisticado a USA, escudando sus emociones tras de una cámara de video, desea un hijo. Carmen, arquitecta inteligente y apasionada, reprimida por su marido, llegó para liberarse en la danza.
Beto el niño trabajador del cementerio, lucha por ganarse la vida y aprender música. Y otros personajes: el peluquero ansioso de volver a la Hungría de sus recuerdos; el setentón Gregorio que se niega a ser viejo; el funcionario arrogante deseando a la mujer de su empleado; la esposa encerrada que busca aventuras; la solterona solitaria a la caza de atención... así Vargas entreteje las vidas de sus personajes.
LA PELíCULA
El protagonista • Gaude se va quedando en Oruro, tomando el lugar de su amigo en la banda de una comparsa en las semanas previas al carnaval.
El contexto • Llega el carnaval, tácito espacio de libertad que permite vivir, por días, sueños y fantasías, sin reglas ni límites sociales, en desenfreno compartido, en comparsas bulliciosas que llenan de color las calles, en miles de visitantes que atiborran las graderías.
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