Un muerto y cinco desaparecidos en un deslizamiento
Sábado, 11 / May / 2002
(La Paz - La Razón)
El derrumbe de gran magnitud se produjo ayer en la zona 23 de Marzo. Una niña, tres mujeres y un hombre están desaparecidos. La búsqueda de los cuerpos continúa hoy.
“Ahorita estoy de duelo, mi hermana y sus dos hijos están enterrados allí adentro. Yo vivo aquí, estaba en la cocina queriendo lavar mis platos y de repente he escuchado un ¡boom!. Cuando he salido a ver, la casa de Venicia se había llenado de tierra. Caí de rodillas al piso porque ya no podía hacer nada más”. Así cuenta Eulogio Maraza la tragedia que ocurrió ayer, mientras se secaba las lágrimas.
A las 14.30 comenzó a llover en La Paz, nadie se imaginaba qué pasaría una hora más tarde.
Entre las 15.00 y 15.30 una gran cantidad de tierra cayó sobre un pequeño bosquecillo que servía de baño a los vecinos de la zona 23 de Marzo-La Hoyada, por el sector de Alto Tejar. Al parecer, allí estaban una joven y una señora, familiares de don Jacinto, un vecino del lugar.
Los árboles se rompieron y tres casas quedaron aplastadas por la furia con la que descendió la tierra.
En una de esas viviendas estaba Venicia Maraza Aica, hermana de Eulogio, junto con dos de sus tres hijos; Américo Chino Maraza de ocho años y Verónica Chino Maraza de seis. También se encontraba el tío de su esposo.
Gladys Chino de 13 años, es la hija que se salvó porque estaba pasando clases en una escuela de El Alto. La pequeña perdió a sus seres queridos, pero se quedará con los familiares de su mamá.
Pero, a horas 23.00, el cuerpo del pequeño Américo fue hallado bajo los
escombros y posteriormente trasladado a la sede social de la zona para un improvisado velatorio. La Alcaldía paceña pagará los gastos del féretro. Rosa Mamani tam- bién presenció lo que pasó ayer. “Estaba lavando ropa en mi patio y de repente todo se ha vuelto negro y la tierra aplastó todos mis tachos de agua y mi ropa. ¡Mira mis pies! todo está lleno de barro”, decía todavía asustada y llorando porque no sabía dónde llevar a sus cinco hijos.
Mientras Rosa bajaba por el camino de tierra y piedras para guardar refugio en otro lado, más obreros de la Alcaldía y Bomberos subían a prestar colaboración. El camino no llegan hasta ese lugar. Todos los coches de auxilio se quedaban varias calles más abajo del desastre.
Ropa y polleras estaban esparcidas entre la tierra. También juguetes e imágenes rotas que utilizan los chifleros o brujos, que tenían sus quioscos en la parte superior, que colinda con la Ceja de El Alto. Todas esas cosas habían caído junto a las casas de la parte más alta.
Sillones, roperos, paredes, pisos, catres, frazadas y otros objetos fueron encontrados por los bomberos. Por suerte, en la parte de arriba del deslizamiento no se encontraba gente.
En la noche, cuenta un funcionario municipal, una señora que vive en El Alto no sabía cómo bajar hacia el sitio del desastre. Sólo gritaba que sus hijos estaban en una de las viviendas que se llevó el alud.
Varios vecinos vieron que la tierra se comió a dos jóvenes con mochilas que estaban descendiendo por el sendero que conecta la zona
23 de Marzo-La Hoyada, en Alto Tejar, con la avenida Panorámica de la urbe alteña. Casi una hora después de excavar, con picotas y palas en el lugar donde vivía Venicia, encontraron un perro muerto que no pudo escapar.
¡Cuidado, están cayendo piedras!, gritaban los obreros para alertar a quienes trabajaban en la parte baja. El deslizamiento seguía activo.
La causa del desastre, según el informe preliminar del alcalde Juan del Granado, fue por un humedecimiento del talud con aguas y drenajes pluviales y domiciliarios de la avenida Panorámica. Los vecinos cuentan que un rayo cayó en la parte superior del cerro y lo partió. Una línea blanca cortaba parte del talud. 12 familias fueron evacuadas del lugar. Unas 56 personas durmieron ayer en la Subalcaldía de Cotahuma.
Los bomberos suspendieron el rescate de los cuerpos pasada la medianoche y reanudarán la búsqueda hoy a las 08.00.
LA BÚSQUEDA • Con tiempos de descanso, funcionarios de la Alcaldía y personal de Bomberos excavaban la tierra en horas de la tarde para encontrar a Venicia y a sus hijos.
UNA SORPRESA • Los bomberos miran cómo el cerro parecía que había sido cortado. Muchas casas quedaron al filo.
SÓLO ESCOMBROS • Esta es una de las casas cubierta por la tierra y piedras. Las viviendas están en pendientes de más de 35 grados y sobre áreas verdes.
SIN DESCANSO • Personal de Bomberos y de la Alcaldía trabajaron hasta la medianoche para encontrar los cuerpos de los desaparecidos. A las 23.00 se halló el primer cadáver.
Más
de 60 casas estarían en riesgo por el derrumbe
EVALUACIÓN • La comuna no descarta la reubicación de unas 300 personas a El Alto.
Hasta el martes se tendrán los resultados de la evolución geológica del deslizamiento que realizan los técnicos de la Alcaldía de La Paz. Los datos indicarán si las 60 viviendas de la zona 23 de Marzo-La Hoyada, de Alto Tejar, serán expropiadas y sus habitantes reubicados en El Alto.
Para tomar esa determinación, según el alcalde Juan del Granado, uno de los primeros datos que se requieren es de orden técnico-geológico. Ello indicará si la zona 23 de Marzo-La Hoyada es una zona de riesgo inminente. Eso significará el desalojo de las casas.
Si fuera así, se tendrán que cuantificar exactamente las edificaciones en riesgo. Una apreciación inicial da cuenta que al menos 60 a 70 viviendas serían las afectadas, señaló Del Granado. El munícipe conversó ayer con funcionarios del Ministerio de Vivienda para que tomen en cuenta esta situación y los afectados puedan ser ubicados en las urbanizaciones Cristal I y II, que fueron habilitadas para recibir a los damnificados de la tragedia del 19 de febrero.
“Si la definición final es la reubicación de esas viviendas significará hacer un levantamiento preciso y ver la situación legal o no de las construcciones y de la urbanización”, dijo la autoridad.
En tanto, efectivos de la Policía, Bomberos y el personal del Servicio Departamental de Salud de la Prefectura, Red 118, Defensa Civil, grupo SAR continúan con el trabajo de búsqueda.