Miles de danzarines tomaron el centro de La Paz en la entrada del Gran Poder

Las miles de personas bailan por devoción al Señor Jesús del Gran Poder, pero veneran a la vez a las deidades andinas como la Pachamama, la Madre Tierra, en una colorida estampa que ilustra el rico sincretismo cultural extendido entre los habitantes de la capital más alta del mundo.

Las gigantescas columnas de mujeres y hombres aimaras, la etnia del presidente Evo Morales, cruzaron el centro de la ciudad mostrando sus elegantes y coloridos ropajes, tras bajar desde los barrios populosos donde residen y tienen sus negocios.

Ataviados con máscaras y vestiduras cuajadas de adornos, los danzantes recorrieron más de ocho kilómetros del centro paceño, tomado por la fiesta que se repite cada año en esta época.

Muchas de las típicas cholitas aimaras, emblema de la cultura paceña, presumieron hoy de joyas valoradas en miles de dólares y bailaron bajo la atenta mirada de sus guardaespaldas.

Las danzas predominantes, como la Morenada, Diablada, Kullaguada y los Caporales, permitieron a los danzantes lucir atuendos lujosos y ejecutar impecables coreografías vistosas, muy aplaudidas por las decenas de miles de espectadores nacionales y extranjeros.

Otro grupo de bailes autóctonos como los Tinkus, los Tobas, la Saya y los Incas hicieron gala de menos ostentación económica, pero fueron ricos en simbología relacionada con las comunidades indígenas.

Al desfile de este año se inscribieron más de 60 comparsas, lo que prolongará la sucesión de bailes hasta esta medianoche.

El alcalde de La Paz, Luis Revilla, destacó ante los medios que el Gran Poder es una "gran manifestación de fe, devoción y amor a las tradiciones y la cultura" de esta ciudad, mientras el gobernador del departamento de La Paz, el aimara César Cocarico, coincidió en que en esta jornada los paceños viven en una "mezcla de alegría, de devoción, de fe y esperanza" al calor de su mejor folclore.

Tras la exhibición de este sábado, promocionada como la "Fiesta Mayor de los Andes", las comparsas realizarán mañana otros rituales y seguirán celebrando en fiestas privadas en los barrios populosos donde los aimaras tienen sus negocios, la mayoría vinculados al comercio. EFE

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