Potosinos invaden las ciudades para soportar la pobreza

Jueves, 16 / Dic / 2004
 
(La Paz - La Razón)

Bolivia.com
Estos días, la pobreza potosina deambula por las calles de La Paz. Desde hace unos 20 años, en los meses de noviembre y diciembre, arriban a la ciudad centenares de familias indígenas del norte potosino para mendigar y ahora también para vender limones, dulces, pasancalla o manzanilla.

Dicen ellos que logran reunir unos 500 bolivianos, dinero que les permite soportar la indigencia allá en sus alejadas estancias.

Son niñas, niños, mujeres y ancianas que forman parte de ese 10,8 por ciento de la población del departamento de Potosí que vive en condiciones de marginalidad con un ingreso inferior a un dólar diario. Ante esa realidad, lo que consiguen en La Paz les resulta una buena ayuda.
En la ciudad se mezclan con los comerciantes ambulantes. Así, indigentes y vendedores forman la postal boliviana.

En la calle Comercio, la mendicidad empieza a las ocho de la mañana. Los comerciantes minoristas alistan sus negocios y el acordeón del ciego José musita el vals peruano Yo vivo y qué.
Como hipnotizados, cuatro niños indígenas potosinos escuchan la hermosa melodía.

Los pequeños son Jaime Huanca (8), Félix y Edgar Tola (8 y 5) además de Edgar Chuquetupac (7). Llegaron de la estancia de Lajrapampa hace 10 días con su hermana mayor Eulogia y otras dos tías. Ninguna de estas mujeres quiso hablar. Virginia Tola (11), hermanita mayor de los niños, vende caramelos frente a la Alcaldía. Ella narró las peripecias de su familia.

Las indígenas potosinas deambulan por las calles principales en grupos familiares. La mayoría de ellas mendigan en las aceras con los bebés y vigilan a los niños pequeños que cantan y bailan para obtener unas monedas a pocos metros de distancia.

Las otras mujeres se reparten por las calles y avenidas para vender caramelos y limones. Les ayudan los hijos mayores de 11 años. En la calle Colombia, Damiana Yucra explicó que acumulan un promedio de 500 bolivianos. Tratan en lo posible de vestirse con sus ropitas autóctonas más limpias. Se ubican en las esquinas de mayor tráfico y algunas hasta se atreven a ingresar a las oficinas, donde no siempre son bien recibidas por los funcionarios.

Cuando anochece, desaparecen como fantasmas. Duermen sobre cueros de oveja en los tambos, la terminal de buses, la ex estación de trenes y otros sitios. Cuidan de los niños para que no enfermen. Se acurrucan entre ellos para lograr el calor que requiere el sueño. Amanece y vuelven a deambular.

El martes, Eulogia Tola estaba molesta en la calle Socabaya. Se negó a hablar. Con cariño dijo a los niños que vayan a cantar. Los cuatro mocositos obedecieron sonrientes y jugando cruzaron la Socabaya hacia la calle Comercio. Se miraron y empezó el acto artístico improvisado a cambio de unos pesitos de las almas caritativas.

Las cifras de la pobreza en bolivia

Población • Bolivia tiene un total de 8.274.325 habitantes hasta el Censo Nacional del 2001.

Ciudad y campo • 5.165.882 habitantes viven en las ciudades y 3.108.443 en el área rural.

Índices de pobreza • La pobreza afecta al 62,7 por ciento de la población nacional.

Ciudad y campo • El 47% de la población urbana es pobre y el 81,7% lo es en el área rural.

Mortalidad infantil • En las ciudades mueren 50 niños por cada mil nacidos.

Mortalidad rural • En las áreas rurales mueren 90 niños por cada mil nacidos.

Educación • El 5,3% de la población urbana es analfabeta y el 33,7% del sector rural.

Fuente: INE

Miles de nativos escapan de la pobreza de Potosí

Desde 1985, el modelo económico de libre mercado y la capitalización no lograron reducir la pobreza y ninguno de los planes de reactivación de los últimos gobiernos pudo revertir la crisis económica que estalló en 1999, según analiza el libro Estudio de la Migración Interna en Bolivia, del Ministerio de Desarrollo Sostenible.

“No tuvo (la inversión de la capitalización) los resultados esperados en las expectativas generadoras de empleo directo, por ser intensivas en el uso de capital y menos aún en la creación de empleo indirecto o mejoramiento de su calidad, por las inexistentes o débiles articulaciones de las empresas capitalizadas con las empresas productivas nacionales”, dice la introducción.

El libro agrega que la pobreza y la extrema pobreza que afecta a los sectores rurales de los departamentos de Chuquisaca, La Paz, Oruro, Potosí y Beni provocaron una emigración de 424.617 personas entre los años 1996 y 2001.
De estas regiones, la más afectada es Potosí, departamento cuyo índice de desarrollo humano es el más bajo de América Latina; pues según el censo del 2001 el 79,7 por ciento de la población potosina es pobre, el 36 por ciento está en la indigencia y el 10,8 por ciento vive en condiciones de la marginalidad.

El 48 por ciento de la población urbana y el 95,4 por ciento del sector rural son pobres, agrega el estudio. Estos índices de pobreza son el impacto de la crisis de la minería que puso fin a la explotación del estaño y de la aplicación del Programa de Ajuste Estructural.
Anualmente, un promedio de 9.330 personas huyen de la pobreza extrema que asola las provincias del departamento de Potosí. La mayor parte de esa población se dirige a las ciudades de Cochabamba, Santa Cruz, La Paz y la sureña ciudad de Tarija.

“La capital está en una provincia que no tiene los menores índices de pobreza. La tasa de mortalidad infantil es la más alta del país, 99 por mil niños nacidos vivos”, dice el estudio.
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