Murió el policía, al que atacaron cooperativistas
Martes, 14 / Nov / 2006
(Bolivia.com)
La muerte del sargento Juan Carlos Quenallata fue el corolario de una escalada de violencia sembrada por un sector de los trabajadores cooperativistas del distrito minero de Huanuni el sábado en la localidad de Caihuasi cuando emplearon piedras y dinamita para arremeter contra policías que llegaron a ese sector con la intención de desbloquear la vía.
El comandante General de la Policía, Gral. Isaac Pimentel, consternado por la muerte de Quenallata, condenó la acción homicida y criminal de los cooperativistas en contra del infortunado policía.
Quenallata fue arrastrado por las colinas de Caihuasi y los cooperativistas le coloraron cargas de dinamita en el cuerpo que luego hicieron explotar.
Producto del hecho criminal, acotó el Gral. Pimentel, el policía de la Unidad de Tácticas Policiales (UTOP) de La Paz quedó con graves heridas y que ni las intervenciones quirúrgicas en el Hospital Obrero de Oruro lo salvaron porque presentaba trauma en la caja toráxica, abdomen y pierna izquierda con graves quemaduras.
A la voz de condena del comandante policial, se sumó el Estado Mayor de la institución del orden, que lamentó profundamente el fallecimiento del policía, que en el cumplimiento de su misión y servicio a su pueblo fue víctima de agresiones y actitudes inhumanas que acabaron con su vida.
El contingente policial de las ciudades de Oruro y La Paz llegó a Caihuasi bajo el mando del Cnl. José Luís Centellas, con la finalidad de persuadir a los cooperativistas dejen sin efecto esa medida de presión.
Sin embargo, los policías fueron emboscados por los cooperativistas que los superaban en número. En esas circunstancias detuvieron a varios uniformados y los golpearon.
Los rehenes fueron arrastrados hasta las colinas, donde les adosaron cargas de dinamita con la advertencia de hacer explosionar las cargas, amenaza que cumplieron con el cuerpo del Sgto. Quenallanata quien, producto de las graves heridas recibidas falleció a las 17.00 de hoy en el Hospital Obrero de Oruro.
La ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, conmovida por la muerte del policía ya que la noche del domingo tuvo una conversación directa con la víctima y su esposa. En este encuentro, Quenallata relató que sufrió golpes, pedradas, además que le sustrajeron su salario de 1.450 bolivianos y luego de colocaron la carga de dinamita.
Muñoz dijo que Quenallata le expresó su preocupación por la salud de uno de sus camaradas también herido e internado en sala del Hospital Obrero de Oruro. La víctima, que entonces aún se aferraba a la vida, aseguró que ese su camarada le rescató de manos de los cooperativistas, pese a que también le adosaron dinamita en el cuello y encendieron fuego, pero uno de los pasajeros se abalanzó para apagar la mecha.
Hoy, Muñoz volvió a condenar la acción de los bloqueadores y aseguró que el gobierno del presidente Evo Morales no dejará que el crimen quede en la impunidad por lo que alentará las acciones legales hasta conseguir que el o los responsables sean severamente condenados por las autoridades judiciales.
De su parte, el comandante Departamental de la Policía, Cnl. Walter Gómez, condenó la actitud criminal y premeditada de los cooperativistas que agredieron con explosivos, piedras y golpes a policías de la UTOP y del distrito Policial 5 de La Paz que apoyaron a las fuerzas del orden de Oruro para desbloquear el tramo carretero de Caihuasi.
Entre estos, dijo, se encontraba, Quenallata que junto a otros fueron tomados de rehenes y los cooperativistas les colocaron en el cuerpo cargas de dinamita. El más dignificado fue el Sgto. Quenallata, a quién algunos desaforados le hicieron explosionar la carga sin medir las consecuencias.
La familia policial, mediante un comunicado, expresó su profundo dolor y repudio por las acciones violentas y cobardes que ejercieron un grupo de indolentes e inadaptados que a titulo de reclamar demandas sectoriales incurrieron en conductas delincuenciales y criminales el pasado sábado en la localidad de Caihuasi.
La Policía Nacional, acorde a los procesos de cambios estructurales que se vive en el país, inició un proceso de reforma y fortalecimiento institucional, entendiendo que en el cumplimiento de su misión constitucional, es deber fomentar y consolidar principios y una cultura de convivencia pacífica y armónica, convencidos que el enfrentamiento, la violencia y la provocación no son una lógica que lleva a ese objetivo y mucho menos promover el respeto de los derechos humanos.
La institución a tiempo de reconocer en Quenallata un nuevo mártir de la Policía que se suma a los innumerables miembros policiales que ofrendaron sus vidas en el cumplimiento de su labor no declinara para exigir justicia contra los autores de este horrendo atentado que cobró la vida de un miembro de la familia policial, estableciendo como un precedente en la defensa de los derechos contra las innumerables agresiones y abusos de las que son víctimas.
Para la Policía Nacional este hecho no les debilita, por el contrario los fortalece como institución para seguir trabajando con mayor responsabilidad y compromiso de servicio con el pueblo, haciendo que la sangre derramada por los camaradas florezca en paz y no en violencia.
A su vez, el Defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, lamentó lo sucedido el sábado, cuyo resultado es la muerte del policía Quenallata. Dijo que los cooperativistas, si bien están en su derecho a la protesta, no deberían incursionar a los hechos de violencia porque lo único que genera es dolor y luto.
Albarracín se solidarizó con la familia del Sgto. Quenallata y pidió a los cooperativistas que se resisten pertenecer a la empresa minera de Huanuni a buscar solución mediante el dialogo y no la violencia como ocurrió el sábado.
La muerte del sargento Juan Carlos Quenallata fue el corolario de una escalada de violencia sembrada por un sector de los trabajadores cooperativistas del distrito minero de Huanuni el sábado en la localidad de Caihuasi cuando emplearon piedras y dinamita para arremeter contra policías que llegaron a ese sector con la intención de desbloquear la vía.
El comandante General de la Policía, Gral. Isaac Pimentel, consternado por la muerte de Quenallata, condenó la acción homicida y criminal de los cooperativistas en contra del infortunado policía.
Quenallata fue arrastrado por las colinas de Caihuasi y los cooperativistas le coloraron cargas de dinamita en el cuerpo que luego hicieron explotar.
Producto del hecho criminal, acotó el Gral. Pimentel, el policía de la Unidad de Tácticas Policiales (UTOP) de La Paz quedó con graves heridas y que ni las intervenciones quirúrgicas en el Hospital Obrero de Oruro lo salvaron porque presentaba trauma en la caja toráxica, abdomen y pierna izquierda con graves quemaduras.
A la voz de condena del comandante policial, se sumó el Estado Mayor de la institución del orden, que lamentó profundamente el fallecimiento del policía, que en el cumplimiento de su misión y servicio a su pueblo fue víctima de agresiones y actitudes inhumanas que acabaron con su vida.
El contingente policial de las ciudades de Oruro y La Paz llegó a Caihuasi bajo el mando del Cnl. José Luís Centellas, con la finalidad de persuadir a los cooperativistas dejen sin efecto esa medida de presión.
Sin embargo, los policías fueron emboscados por los cooperativistas que los superaban en número. En esas circunstancias detuvieron a varios uniformados y los golpearon.
Los rehenes fueron arrastrados hasta las colinas, donde les adosaron cargas de dinamita con la advertencia de hacer explosionar las cargas, amenaza que cumplieron con el cuerpo del Sgto. Quenallanata quien, producto de las graves heridas recibidas falleció a las 17.00 de hoy en el Hospital Obrero de Oruro.
La ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, conmovida por la muerte del policía ya que la noche del domingo tuvo una conversación directa con la víctima y su esposa. En este encuentro, Quenallata relató que sufrió golpes, pedradas, además que le sustrajeron su salario de 1.450 bolivianos y luego de colocaron la carga de dinamita.
Muñoz dijo que Quenallata le expresó su preocupación por la salud de uno de sus camaradas también herido e internado en sala del Hospital Obrero de Oruro. La víctima, que entonces aún se aferraba a la vida, aseguró que ese su camarada le rescató de manos de los cooperativistas, pese a que también le adosaron dinamita en el cuello y encendieron fuego, pero uno de los pasajeros se abalanzó para apagar la mecha.
Hoy, Muñoz volvió a condenar la acción de los bloqueadores y aseguró que el gobierno del presidente Evo Morales no dejará que el crimen quede en la impunidad por lo que alentará las acciones legales hasta conseguir que el o los responsables sean severamente condenados por las autoridades judiciales.
De su parte, el comandante Departamental de la Policía, Cnl. Walter Gómez, condenó la actitud criminal y premeditada de los cooperativistas que agredieron con explosivos, piedras y golpes a policías de la UTOP y del distrito Policial 5 de La Paz que apoyaron a las fuerzas del orden de Oruro para desbloquear el tramo carretero de Caihuasi.
Entre estos, dijo, se encontraba, Quenallata que junto a otros fueron tomados de rehenes y los cooperativistas les colocaron en el cuerpo cargas de dinamita. El más dignificado fue el Sgto. Quenallata, a quién algunos desaforados le hicieron explosionar la carga sin medir las consecuencias.
La familia policial, mediante un comunicado, expresó su profundo dolor y repudio por las acciones violentas y cobardes que ejercieron un grupo de indolentes e inadaptados que a titulo de reclamar demandas sectoriales incurrieron en conductas delincuenciales y criminales el pasado sábado en la localidad de Caihuasi.
La Policía Nacional, acorde a los procesos de cambios estructurales que se vive en el país, inició un proceso de reforma y fortalecimiento institucional, entendiendo que en el cumplimiento de su misión constitucional, es deber fomentar y consolidar principios y una cultura de convivencia pacífica y armónica, convencidos que el enfrentamiento, la violencia y la provocación no son una lógica que lleva a ese objetivo y mucho menos promover el respeto de los derechos humanos.
La institución a tiempo de reconocer en Quenallata un nuevo mártir de la Policía que se suma a los innumerables miembros policiales que ofrendaron sus vidas en el cumplimiento de su labor no declinara para exigir justicia contra los autores de este horrendo atentado que cobró la vida de un miembro de la familia policial, estableciendo como un precedente en la defensa de los derechos contra las innumerables agresiones y abusos de las que son víctimas.
Para la Policía Nacional este hecho no les debilita, por el contrario los fortalece como institución para seguir trabajando con mayor responsabilidad y compromiso de servicio con el pueblo, haciendo que la sangre derramada por los camaradas florezca en paz y no en violencia.
A su vez, el Defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, lamentó lo sucedido el sábado, cuyo resultado es la muerte del policía Quenallata. Dijo que los cooperativistas, si bien están en su derecho a la protesta, no deberían incursionar a los hechos de violencia porque lo único que genera es dolor y luto.
Albarracín se solidarizó con la familia del Sgto. Quenallata y pidió a los cooperativistas que se resisten pertenecer a la empresa minera de Huanuni a buscar solución mediante el dialogo y no la violencia como ocurrió el sábado.