El cantautor y actor argentino cerró la segunda noche del Festival de Música Paceña 2003. El evento se clausura el martes con La Ley y Libido.
La noche de este sábado tocó cima con Color esperanza. Más de 10.000 personas corearon la canción de Diego Torres en el segundo día del Festival de Música Paceña 2003. El cantante, compositor y actor argentino subió al escenario del Complejo Mariscal Braun de Miraflores para cerrar el espectáculo que iniciaron las bandas nacionales Oz, T con T y H3O.
Libre de las parafernalias que suelen rodear a los artistas, Torres dedicó toda la mañana y parte de la tarde a dialogar con los medios de comunicación. Habló de Latinoamérica, de su gente y de su manera de ver los procesos que se vienen. “El factor común que tenemos es que nuestros países están muy desordenados y creo que
el 80 por ciento es culpa nuestra. Nuestros países han tenido mucha corrupción; muchos gobiernos han gobernado para sus bolsillos y no para el pueblo”, dijo en la conferencia de prensa que ofreció en el edificio de la Cervecería Boliviana Nacional.
Cuando le preguntaron cómo deberían integrarse los países de la región, aseguró que el camino aún tiene muchas piedras. “Primero debemos ordenarnos internamente para poder crear el Mercosur; y no creo que debamos entrar al ALCA, que me parece que nos va a comer el hígado. Pero si empezáramos a hacer un mercado común de verdad, creo que de a poquito Latinoamérica sería una zona fuerte de intercambio y de economía”.
¿Cuál es el Color esperanza en momentos tan difíciles para Latinoamérica?
En realidad la canción no habla de la esperanza de que nuestros gobiernos
cambien, eso es muy difícil. Habla de una mirada más interna de todos los seres humanos que atravesamos problemas, que queremos nuestras tierras, nuestra gente. Que queremos cosas buenas para nuestros países. Y que también perdemos la esperanza. Entonces la canción ha sido lo que muchos estábamos sintiendo o pensando.
¿Habrá sido ésa la clave de su éxito o la fórmula que combina lo comercial con el mensaje?
La canción habla de que se pueden revertir las cosas y ha pegado muy fuerte porque habla de un sentimiento universal.
¿Cómo evalúa este momento de su carrera musical?
Mi música se ha ido enriqueciendo. Ha ido adquiriendo un mejor sabor; como el vino. Mi música es hoy una gran fusión dentro del pop. En mi último disco (Un mundo diferente) hay como una trilogía entre el Caribe, Sudamérica y España. Y
así, mis trabajos han ido mejorando y esa es la exigencia que uno se va planteando en cada disco. Vamos a tener que superarlo en el próximo.
Este disco se hizo esperar. ¿Será igual con el próximo?
Estamos planteando la posibilidad de editar un disco en vivo el próximo año con las canciones más importantes de los cinco trabajos de mi carrera, más dos canciones nuevas. El año que viene a lo mejor ese disco va a estar en la calle. Luego me tomaré un año tranquilo para componer, así que a lo mejor el disco en estudio va a llegar en 2005.
Y en la actuación, su otra pasión, ¿cuál es su plan?
Bueno, filmé una película el año pasado y siempre estoy abierto a hacer cine. Me gustaría ver un buen guión, un buen personaje, no importa que no sea protagonista, lo importante es que a mí me signifique un aprendizaje.
