Bolivia registra una caída histórica en la tasa de fertilidad
Bolivia registra una caída histórica en su tasa de fertilidad. Analizamos las causas y cómo este cambio podría afectar el futuro del país.

Bolivia registra una caída histórica en su tasa de fertilidad. Analizamos las causas y cómo este cambio podría afectar el futuro del país.
La tasa global de fecundidad (TGF) en Bolivia ha alcanzado un nuevo mínimo histórico. De acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta de Demografía y Salud (EDSA) 2023, el promedio de hijos por mujer se sitúa en 2,1. Esta cifra marca un descenso sostenido en las últimas décadas y sitúa al país en el umbral del nivel de reemplazo poblacional.
El descenso ha sido progresivo. En los años 70, la TGF en Bolivia era de 5,5 hijos por mujer. Para 1998, la cifra había caído a 4,2 y en 2016 se ubicaba en 2,9. El dato actual confirma una transición demográfica profunda, con implicaciones de largo alcance en el ámbito social, económico y de políticas públicas.
Los factores que explican la caída de la fertilidad
Las diferencias entre áreas urbanas y rurales siguen siendo significativas, pues los recursos no son los mismos para las mujeres de Santa Cruz que para las de otras zonas más apartadas. De hecho, en las ciudades la TGF desciende a 1,9 hijos, en las zonas rurales el promedio se mantiene en 2,9. Esta brecha refleja las desigualdades en acceso a educación, salud reproductiva y oportunidades laborales, factores determinantes en las decisiones reproductivas.
Un aspecto relevante es la reducción de la brecha entre la fertilidad deseada y la real. El informe de UNFPA indica que las mujeres bolivianas desean, en promedio, 1,9 hijos, apenas dos décimas menos que la tasa efectiva de 2,1. Esta convergencia sugiere un mayor control sobre la planificación familiar y una mejora en el acceso a métodos anticonceptivos.
Asimismo, el descenso de la fertilidad está estrechamente vinculado al aumento de los niveles educativos, especialmente entre las mujeres, y al acceso a servicios de salud reproductiva. Factores como la urbanización, el incremento de la participación femenina en el mercado laboral y cambios culturales también han contribuido a este fenómeno.
Retos que plantea la caída de la natalidad en Bolivia
Este nuevo escenario plantea desafíos importantes. Por un lado, la estabilización de la población puede abrir oportunidades para mejorar los indicadores de desarrollo humano. Por otro, la tendencia hacia el envejecimiento demográfico exigirá ajustes en los sistemas de salud, pensiones y en las políticas de empleo.
Según proyecciones de organismos internacionales, se espera que Bolivia mantenga una tendencia de leve descenso en su tasa de natalidad en los próximos años. En 2023, la tasa de natalidad fue de 21,25 nacimientos por cada 1.000 habitantes, ligeramente inferior al 21,57 registrado en 2022.
Un reflejo de cambios socio-económicos en el país
La transición demográfica de Bolivia es un reflejo de los cambios sociales y económicos que atraviesa la región. Consolidar esta tendencia dependerá de la capacidad de las autoridades para garantizar el acceso equitativo a educación, salud y oportunidades de desarrollo, particularmente en las zonas rurales donde persisten brechas significativas.
La caída en la fertilidad marca el inicio de una nueva etapa para la población boliviana, en la que el crecimiento económico y la equidad social deberán acompañar los cambios en la estructura poblacional.