Por: David Ferrer • Bolivia.com

Crisis 2019: Evo arremete contra quienes critican sus acciones

Durante la crisis política y electoral de 2019 en Bolivia, Evo Morales marchó del país rumbo a México, alegando un golpe de estado, 4 años después justifica sus acciones

Foto: Twitter @evoespueblo
Foto: Twitter @evoespueblo

Durante la crisis política y electoral de 2019 en Bolivia, Evo Morales marchó del país rumbo a México, alegando un golpe de estado, 4 años después justifica sus acciones

El expresidente boliviano Evo Morales emprendió contra el vicepresidente David Choquehuanca y también contra el dirigente minero Juan Carlos Huarachi, quienes lo criticaron por haber salido del país tras renunciar a la Presidencia en 2019.

Las críticas que recibe Evo se remontan al año 2019 tras las cuestionadas elecciones de ese año, que fueron anuladas por irregularidades debido a las denuncias de fraude a favor del entonces mandatario, Morales renunció a la Presidencia alegando ser víctima de un "golpe de Estado" y se fue a México, luego a Argentina y volvió un año después a Bolivia.

En un programa en la radio cocalera Kawsachun Coca, Morales, arremetió en un primer momento contra Choquehuanca por haber dicho que "a algunos hermanos no les conviene hablar de traición" porque "el pueblo boliviano sabe quiénes" le han traicionado y "abandonado en los momentos más difíciles".

Para el ex jefe de estado, estas palabras quieren decir que "Choquehuanca quería ver muerto a Evo" y consideró que indirectamente habló "en contra del presidente", puesto que Arce también salió de Bolivia por unos meses tras la renuncia de Morales a la Presidencia.

Evo, que ha sido tendencia este fin de semana por sus declaraciones ante la guerra desatada en Israel, también cuestionó al minero Juan Carlos Huarachi, máximo dirigente de la principal entidad sindical del país, la Central Obrera Boliviana (COB), quien el martes preguntó si no es "peor traidor" el que "abandona a su pueblo".

Según el exmandatario, Huarachi pasará a la historia como "el peor ejecutivo de la Central Obrera Boliviana" y ratificó sus denuncias de que recibió dinero del Gobierno interino de Jeanine Áñez, lo que fue negado por el minero, que en su momento fue aliado del Gobierno de Morales y ahora es cercano a la Administración de Arce.

Sobre el contexto de su “huida” de Bolivia, Morales justificó que sus colaboradores más cercanos le dijeron en 2019 que "si querían salvar el proceso de cambio", como llaman los oficialistas a los Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), "hay que salvar la vida de Evo".

Según el político, el estatuto del MAS no establece que sus asuntos se deban decidir en un cabildo y, si bien la Constitución vigente desde 2009 lo reconoce como un instrumento "deliberativo", "no tiene carácter vinculante".

El líder del partido se pronunció acerca de las polémicas que se ha vivido en las últimas semanas dentro del Movimiento al socialismo. Según Morales, Arce y sus seguidores actúan igual que la "derecha" al convocar a un cabildo y recordó que en su primera gestión presidencial, los movimientos autonomistas del oriente boliviano solían realizar esas reuniones para "atacarlo".

"Este cabildo es un acto netamente colonial, es un acto del neocolonialismo para atacar al congreso, al Evo, al Estado plurinacional y a este movimiento político que es único en el mundo", sostuvo.

Arce y Morales están distanciados en medio de las tensiones internas en el oficialismo que comenzaron a fines de 2021 ante los pedidos del exmandatario de cambiar a algunos ministros que el presidente ha ignorado.

La pelea entre ambos sectores se profundizó en los últimos días por el congreso del partido, al que Arce y Choquehuanca no asistieron alegando que las organizaciones sociales que son la base del MAS no estaban debidamente representadas.