Cabe señalar que en Bolivia ya rige una alerta epidemiológica por la gripe K. Foto: Shutterstock
Este miércoles, el Ministerio de Salud confirmó los dos primeros casos de pacientes con gripe AH3N2 variante K. La información fue dada a conocer a través de una conferencia de prensa en la que la viceministra de Salud, Roxana Salamanca dio el informe sobre esta enfermedad en el país.
Salamanca detalló que la gripe K ya tiene presencia en Bolivia y se conoce que los pacientes contagiados son dos, se trata de un hombre de 52 años de edad, que fue atendido en la ciudad de El Alto el 6 de diciembre y no habría registrado viajes al exterior en las últimas semanas. Se conoció el resultado positio el 23 de diciembre.
El segundo paciente con gripe K es una niña de 6 años de edad que fue atendida en la ciudad de La Paz el pasado 17 de diciembre, la prueba dio positivo el 23 de diciembre con síntomas como fiebre, tos, malestar, dolor de cabeza, entre otros.
En ese sentido, cabe señalar que en Bolivia ya rige una alerta epidemiológica desde este mes debido al riesgo de contagios por la difusión de la gripe H3N2 variante K que ya fue detectada en Bolivia en días anteriores.
De esta manera, Bolivia confirma sus dos primeros casos de pacientes con la denominada gripe K, así lo anunciaron desde el Ministerio de Salud a través de una conferencia de prensa con las autoridades de Gobierno.
Todo sobre la gripe K
La influenza H3N2 es una de las variantes más comunes de la gripe, y como en otros casos se propaga por las gotículas respiratorias que se generan al toser, estornudar o hablar, pero también puede transmitirse a través de las superficies contaminadas. Ahora, se ha detectado una nueva variante a la que se ha denominado gripe K.
La influenza H3N2 provoca síntomas respiratorios, entre ellos la fiebre alta, escalofríos, dolores musculares, cansancio, malestar general y otros que afectan en primera instancia.
Entre otros síntomas de la gripe K están los vómitos y la diarrea, que son menos frecuentes, además de la tos seca, dolor de garganta, congestión nasal y otros similares a los de una gripe común.
Entre las recomendaciones para la prevención está el uso de mascarilla o barbijo, el lavado frecuente de manos con agua y con jabón, desinfección de manos y superficies, y el distanciamiento social.