Bolivia reduce sus cocales, pero casi la mitad aún alimenta al narcotráfico

La ONU certificó una reducción del 9 % de los cultivos de hoja de coca en Bolivia, hasta las 23.000 hectáreas, aunque el Gobierno boliviano reconoció que casi la mitad de esa producción es desviada al narcotráfico.

Bolivia.com - Actualidad
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La ONU certificó una reducción del 9 % de los cultivos de hoja de coca en Bolivia, hasta las 23.000 hectáreas, aunque el Gobierno boliviano reconoció que casi la mitad de esa producción es desviada al narcotráfico.

El representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en el país andino, Antonino De Leo, presentó el informe sobre la situación de la coca en un acto al que asistieron el presidente boliviano, Evo Morales; su ministro de Exteriores, David Choquehuanca, y varios embajadores de los países cooperantes.


Según De Leo, el "Informe de monitoreo de cultivos de coca 2013" establece que ese año Bolivia bajó por tercer año consecutivo las plantaciones de las hojas de coca hasta situarlas en 23.000 hectáreas, un 9 % menos que las 25.300 contabilizadas en 2012.

La cifra de 2013 es la menor superficie de cultivos desde 2002.

La convención antidroga de la ONU mantiene la hoja de coca en su lista de sustancias controladas, ya que esta planta contiene el alcaloide base para sintetizar su derivado ilegal, la cocaína.

El responsable de la UNODC destacó que "la disminución confirma una tendencia decreciente en los últimos tres años", durante los cuales el cultivo de la hoja de coca se redujo en un 26 %.

El Gobierno boliviano destruyó en 2013 11.407 hectáreas de la planta, pero la cifra neta de erradicación fue de 2.300 hectáreas.

De Leo destacó, además, que Bolivia está camino de alcanzar el objetivo de reducir las plantaciones hasta las 20.000 hectáreas en 2015, una meta establecida por el Gobierno de Morales.

El presidente, que sigue siendo dirigente de los productores de coca del país, dijo que ya este año se podría y debería llegar a la meta de las 20.000 hectáreas y no esperar al 2015.

En 2013, la producción potencial de hoja de coca se calculó en 36.300 toneladas métricas, de las que 19.150 toneladas (53 %) pasaron por los únicos mercados legales existentes en el país, uno en La Paz y otro en el pueblo de Sacaba, en la región de Cochabamba.

Tras la presentación del informe, el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, admitió, en una rueda de prensa, que "es una preocupación" que un 47 % de la coca existente en el país no pase por los dos mercados legales.

"Ese porcentaje, por supuesto, (...) alimenta, lastimosamente la actividad del narcotráfico", reconoció Cáceres.

Según el máximo responsable de la lucha antidrogas en Bolivia, que proviene del sector de los productores cocaleros, son los intermediarios y no los agricultores quienes desvían la producción de coca al mercado ilegal para la producción de droga.

La hoja de coca tiene en Bolivia usos culturales, religiosos, industriales, medicinales y es mascada habitualmente en varios sectores sociales, práctica denominada "acullicu".

El "acullicu" ha sido reconocido por las Naciones Unidas como una tradición cultural boliviana, aunque el organismo internacional sigue considerando a la planta como un estupefaciente.

Según un estudio de 2013 financiado por la Unión Europea (UE) y Bolivia, se necesitan sólo 14.705 hectáreas para cubrir la demanda de coca para usos legales.

El embajador de Unión Europea en Bolivia, Timothy Torlot, asistió a la presentación del informe y destacó que el país "siga con mucho éxito en su campaña contra el narcotráfico", un área que consideró "muy importante" en la cooperación que otorga el organismo.

Torlot declaró a los medios que el hecho de que la mayoría de la coca vaya a los mercados legales tampoco es una garantía de que tendrá usos lícitos, por lo que "lo más importante es luchar" contra la cocaína y su tráfico y para reducir la producción de cocales.

El embajador de la UE consideró preocupante la reducción en las incautaciones de drogas y avanzó que se trabajará con Bolivia en este ámbito.

Reconoció también que combatir al narcotráfico es una "lucha muy complicada" y es necesario el aumento de los esfuerzos del país andino con los europeos y estadounidenses.

Según el informe de la ONU, las incautaciones de la hoja de coca disminuyeron de 739 toneladas en 2012 a 476 toneladas en 2013.

En el mismo período de comparación, el decomiso de "cocaína base" bajó en un 37 %, de 32 a 20 toneladas, el de clorhidrato de cocaína (purificada) cayó en un 62 %, de 4,1 toneladas a 1,5 toneladas.

Como en los últimos años, el informe de la UNODC no registra el potencial de producción de cocaína en Bolivia, debido a que las normas del país no permiten seguir los protocolos de Naciones Unidas para establecer los factores de conversión entre coca y cocaína, aunque es un tema de análisis entre las partes, explicó De Leo. EFE

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