Entierro embriagador para el pepino y el Carnaval 2004

Carnaval 2004 - Lunes, 01 / Mar / 2004
 
(La Paz - La Razón)

Bolivia.com
La organización y la puntualidad realzaron la retreta carnavalera y el Chuquiago Anata.

Con una retreta carnavalera en la plaza Murillo y el Chuquiago Anata, ayer se despidió el Carnaval 2004. El momento cumbre llegó cuando el tradicional pepino fue enterrado simbólicamente en el Cementerio General de La Paz.

El día soleado se hizo cómplice de la fiesta. Los espectadores se dieron cita desde antes de las 10.00 en la plaza Murillo, donde actuó Recuerdos Vivos. La agrupación abrió puntualmente el programa a las 10.30 y deleitó al público con un amplio repertorio de milongas, valses y los inolvidables tangos Illimani y Tiempos Viejos, que evocó las fiestas carnavaleras de ayer.

No faltó la música nacional que motivó al alcalde, Juan del Granado, a la concejal Cecilia Barja y al oficial Mayor de Culturas, Pedro Susz, a salir a la pista de baile frente a la tarima. El espacio ya había sido ganado por la gente, a invitación de los pepinos. También bailaron la Ñusta Paceña y el Pepino elegidos el 7 de febrero.

Era el mediodía cuando ingresó al escenario el movimiento cultural Los Olvidados. Cerca de 40 músicos vestidos de ferroviarios —con jardineras, camisas a cuadros y máscaras de viejos, acicalados con serpentina en el cuello—, regalaron música carnavalera, tanto de composición propia como de otras épocas. Al son de las mandolinas, guitarras y voces, personajes del Carnaval de antaño tan entrañables como la Tía Núñez, bailaban en la pista, contagiando inevitablemente a los espectadores.

Una hora después se hizo una representación de la muerte del pepino. Un muñeco vestido con el tradicional traje de dos colores fue trasladado por sus "viudas" en un carro fúnebre a través de la calle Comercio hacia la Pérez Velasco. Allí el féretro fue entregado oficialmente a la comparsa de pepinos Eloy Salmón.

Otra comitiva de danzarines aguardaba en la Garita de Lima para enterrar simbólicamente al difunto personaje en el Cementerio General.

Como ya es tradición, el entierro dio paso al Chuquiago Anata que reunió a más de 30.000 ch'utas, cholas y pepinos. Todos despidieron con baile y música al Carnaval. Que sea hasta el 2005.
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