¡Ni se te ocurra hacer estas ocho cosas el día de tu boda!

Evita estas ocho cosas para que el día de tu boda sea un día de felicidad y no dejar que las cosas pequeñas arruinen tu día. 

Bolivia.com - Vida Sana
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Evita estas ocho cosas para que el día de tu boda sea un día de felicidad y no dejar que las cosas pequeñas arruinen tu día. 

El día de su boda debe ser un día lleno de risas, recuerdos tiernos y sobre todo de amor. Obviamente siempre hay algo que no sale de acuerdo con lo planeado. Pero hay cosas que sí pueden evitarse.

A continuación, 8 cosas que usted debe evitar a toda costa el día de su casamiento:

1. Buscar algo: Una de las peores cosas que pueden pasarle el día de su casamiento es no encontrar algo. La alianza, un gemelo, algo prestado, los aretes de la dama de honor, no importa qué, tratar de encontrar algo en medio de todo lo que pasa es algo que no debería verse obligada a hacer.

Para evitar ese problema, haga todo lo posible por tener todo listo la noche anterior. Preocúpese por usted (y quizá su novio), pero deje que todos los demás se hagan cargo de sus cosas. Haga una lista de todo lo que necesita para el gran día y vaya tachando una por una a medida que se asegura de que todo está en su lugar para el día siguiente.

Lo último que necesita hacer el día de su casamiento es ponerse frenética tratando de encontrar un tocado de repuesto porque se olvidó el suyo en el auto antes de salir para la iglesia.

2. Preguntar a otros qué les pareció su boda: Algunos aprendimos por las malas que no a todos les gustó lo que para nosotros fue una boda de ensueño. Cada uno tiene su propia idea de cómo tiene que ser un casamiento y quizá su estilo sea más informal que el de su amiga que tuvo una boda muy formal. Está bien. Cada uno está en su derecho de tener una opinión pero para evitar que las opiniones peyorativas de alguien arruinen su visión acerca de su día más feliz, no pregunte. Pueden decirle cuánto les gustó el lugar elegido, o el tema, o los colores, pero no vaya a pedirles su opinión. Tal vez no le guste lo que escucha.

3. Preocuparse por el tiempo: Si siempre soñó con una boda al aire libre, pero vive en un lugar de lluvias constantes, prepárese para lo peor. Sí, puede organizar de todos modos una ceremonia al aire libre, pero asegúrese de tener un lugar de reserva en caso de que la Madre Naturaleza no se comporte bien. De esa manera no tendrá que estresarse por lo que pueda pasar si llueve. Ya sabe lo que hará en caso de que ocurra. Además ¡La lluvia el día del casamiento trae buena suerte!

4. Preguntarse si habrá elegido bien: El día de su boda no es precisamente el momento para preguntarse si se estará casando realmente con la persona indicada. Para eso son las salidas románticas y el período de compromiso. Tiene que estar segura de su decisión cuando esté parada ante el altar con su novio. Es natural que esté nerviosa y debería saber que el matrimonio no es fácil, que pelearán, que pasará momentos difíciles, pero si están seguros de que se aman, y entienden que se trata de un proceso, todo estará bien.

5. Estresarse: ¿Quién no se estresa el día de su casamiento? Puede resultar difícil evitarlo, pero haga todo lo posible por evitar la mayor parte del estrés delegando. Tiene una dama de honor por una razón; no tenga miedo de ponerla a cargo de algunas cosas. Si tiene un wedding planner (una encargado de planear la boda), es todavía mejor. Lo último que necesita es estresarse por cómo irá la gente de la iglesia a la fiesta. Se supone que usted debe disfrutar de este día. Su única preocupación debe ser decir “Sí, quiero” en el momento indicado.

6. El tránsito: El tránsito es una cuestión difícil. Si su ceremonia es en un lugar diferente de la recepción, es posible que deba lidiar con el tránsito. Para no preocuparse ni estresarse por ir de un lugar a otro, asegúrese de darse y dar a sus invitados mucho tiempo entre un evento y otro. Es mejor llegar temprano, tener tiempo para relajarse y disfrutar de su nuevo cónyuge, antes que estar atascada en medio del tránsito comiéndose sus uñas bien pintadas, preocupada por no llegar a tiempo para el primer baile.

7. Intoxicación: A veces no se puede evitar comer algo que cae mal, pero hay formas de no descomponerse el día del casamiento. No coma nada que no le resulte conocido. Puede resultar romántico servir ostras en la cena de casamiento, pero si nunca antes las comió, ¡pueden caerle mal! Trate de servir alimentos que haya probado, sabiendo que no le producen alergia y que hay un bajo riesgo de que le caigan mal. Tome un desayuno saludable para poder darse gustos durante la recepción, pero trate de no excederse ya que también querrá disfrutar la noche de bodas.

8. Dramas familiares: Da la sensación de que cuando hay un casamiento, hay un drama familiar. Todos los primos alejados desde hace tiempo que dejaron de hablarse hace años se reúnen en un lugar para agasajarla a usted, pero sencillamente parecen querer revivir el pasado. Es posible que no pueda eliminar totalmente el drama, pero apártese. No participe en las sesiones de chismes ni se rodee de personas que usted sabe que van a pelear. Invite a todos, ubíquelos en mesas diferentes, y aléjese de cualquier drama que vea fermentar en el horizonte.

Por mucho que trate de preparar y planear su gran día, siempre surgirán cosas. Trate de planear cualquier posible problema de antemano pero si alguno se presenta, adelante. No deje que le impida disfrutar de su día.

Cuando me casé, me olvidé la alianza de mi marido y estaba mortificada cuando llegó el momento de intercambiar los anillos, pero mirando hacia atrás, nos hace gracia.

No deje que esos pequeños inconvenientes arruinen la imagen general de su magnífico día.

Fuente: Megan Shauri de FamilyShare/WhatTheGirl

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