El trópico cochabambino: ¿el próximo motor económico de Bolivia?
Con clima ideal y una producción agrícola creciente, el trópico tiene el potencial de generar millones de dólares. Pero para lograrlo, se necesita seguridad jurídica y políticas públicas adecuadas.

Con clima ideal y una producción agrícola creciente, el trópico tiene el potencial de generar millones de dólares. Pero para lograrlo, se necesita seguridad jurídica y políticas públicas adecuadas.
El trópico cochabambino, con su clima favorable, ofrece un entorno propicio para la producción agrícola, pero para aprovechar todo su potencial y mantener un desarrollo sostenido, es crucial contar con seguridad jurídica que impulse la inversión.
Así lo expresó Rolando Morales, presidente de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba, quien destacó que, si bien el trópico es un “vergel” ideal para iniciativas productivas, la estabilidad es necesaria para asegurar la continuidad del trabajo de las más de 400,000 familias que dependen de este sector.
A pesar de los desafíos que enfrenta el sector agropecuario, como los avasallamientos, bloqueos, contrabando, y los recientes aumentos en los insumos y problemas con la venta de combustible, la producción sigue siendo clave.
Morales resaltó que municipios del trópico continúan siendo líderes en la producción de frutas como banana, piña y palmito, cuyos excedentes se destinan a la exportación. En el período de 2013 a 2023, Bolivia exportó bananas por un valor de 409 millones de dólares, y Cochabamba concentró más del 50% de la producción nacional.
Las exportaciones de banana generan alrededor de 60 millones de dólares anuales, mientras que la piña y el palmito enlatado aportan 20 millones adicionales, contribuyendo al Producto Interno Bruto (PIB) de Cochabamba y al Tesoro General del Estado con 80 millones de dólares al año. A esta producción se suman otros productos como cítricos, arroz, café, lácteos y pescado.
Morales también mencionó que, con el apoyo de políticas públicas adecuadas, el trópico podría convertirse en el principal generador de divisas para el país. Sin embargo, subrayó que el modelo económico del Gobierno, centrado en la industrialización para la demanda interna, no fomentaría el desarrollo económico necesario.
Abogó por la inversión nacional y extranjera, especialmente en plantas de transformación y elaboración de productos, como jugos de cítricos y congelación de pescado, para aprovechar mejor la producción local. Bolivia sin duda tiene una mina de oro digna de explotar y sacar provecho.