Por: Micaela Sanjines Ordóñez • Bolivia.com

Desde la Asociación de Hombres Oprimidos aseguran que sus denuncias no son tomadas en cuenta por las autoridades

Según el representante de la asociación  al día se conocen entre dos a tres denuncias por violencia hacia hombres de parte, generalmente, de sus parejas, esposas o concubinas

Aun no existe una ley que proteja a los hombres víctimas de violencia. Foto: Unsplash
Aun no existe una ley que proteja a los hombres víctimas de violencia. Foto: Unsplash

Según el representante de la asociación  al día se conocen entre dos a tres denuncias por violencia hacia hombres de parte, generalmente, de sus parejas, esposas o concubinas

El representante de la Asociación de Hombres Oprimidos, Arturo Quispe, fundada en la ciudad de El Alto, denunció este miércoles que los casos de violencia, asesinato y otros contra hombres no son tomados en cuenta, y tampoco son investigados por las autoridades.

El reclamo se realizó tras conocerse el caso por asesinato de un joven que fue castrado por su pareja mientras consumían bebidas alcohólicas en su domicilio en la ciudad de El Alto. La mujer también le propino diversas cortadas en todo el cuerpo y le marcó su nombre con un bisturí.

Según Quispe a pesar de no contar con una cifra exacta de casos de violencia hacia hombres, asegura que se conoce que por día existen de dos a tres denuncias de hombres hacia sus parejas, esposas o concubinas por agresiones que en muchos casos acaban en el asesinato del varón. De igual manera el representante del sector detalló que los casos de violencia han ido en ascenso desde 2013.

“Casos como rajados de la cabeza, rascados, botados de domicilios existen, si nosotros nos quejamos, debemos denunciar los casos por violencia, y en ese caso nos envían a sacarnos del forense días de impedimento y finalmente el fiscal sobre este resultado, solo lo califica como lesiones leves”, aseveró Quispe para Red Uno.

Quispe también expreso que la Ley 348 ‘Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia’, no protege a los hombres de esta clase de delitos, incluso lleva a declararlos delincuentes sin haber sido este el caso.

Es por esto que Arturo pide que se presente otra Ley, para proteger los derechos de los hombres que son sometidos por sus parejas y otras personas, además para que este tipo de casos sean investigados como es correspondiente.

Durante una entrevista Quispe explico la difícil situación que viven los hombres que son violentados, aseguró que los afectados no tienen dónde acudir o consultar de qué trámite deben hacer o seguir para el proceso de la denuncia, ante la vulneración de sus derechos, a diferencia de las mujeres que cuentan con varias instituciones que pueden ayudarlas

Es así que, si un hombre muere en manos de su pareja, la asesina tendría solamente según la denuncia, una pena de 20 años de cárcel, sin embargo, el representante de este sector afirmó que el caso de ser una mujer la pena puede llegar hasta 30 años para el asesino.

¿Quién es Arturo Quispe?

Arturo Quispe, es un ciudadano alteño, que, cansado del maltrato de su esposa, decidió conformar su propia organización de defensa de los hombres que sufren algún tipo de violencia por parte de sus parejas y ahora recorre las calles de la ciudad de El Alto para socorrer a su género.

“Usted es hombre, tiene que aguantarse”, fue la frase que Quispe tuvo que aguantar por varios años junto a su pareja, esforzándose siempre por cumplir las expectativas de su esposa. Intentando generar recursos económicos, vendió bolsas de nailon, bañadores y baldes de plástico, pero nunca fue suficiente para ella.

Arturo estudió la carrera de Derecho en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), donde realizó su tesis sobre una ley de protección contra toda forma de violencia hacia el varón, para demostrar que los hombres también se pueden encontrar en esa situación de vulnerabilidad

Él se declara activista en favor de la equidad de género y considera que para lograrlo se debe empezar por inculcar en los colegios que tanto niñas como niños aprendan las labores domésticas y se deje de reforzar que hay actividades exclusivas para hombres y para mujeres.

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