Logros del Museo Nacional del Arte de Bolivia, orgullo patrio

Al cruzar la puerta de entrada de esta construcción, el tiempo se devuelve siglos atrás para mostrarnos la vida señorial de La Paz durante la época de la colonia.

La que fuera la vivienda de Francisco Tadeo Díez de Medina y Vidango, un letrado e influyente personaje, es hoy un museo con una belleza arquitectónica sin igual, con una riqueza de muestras artísticas dignas de mostrar al mundo.

Este magnífico palacio fue durante algunas décadas un hotel y luego un casino, en 1960 fue declarado Monumento Nacional y seis años después comenzó a funcionar como Museo mostrando colecciones que ya se exhibían desde 1935.

El Museo Nacional de Arte es un símbolo cultural de Bolivia promoviendo el arte, patrimonio cultural y sociedad, abriendo espacios de intercambio, encuentro y nuevas experiencias.

Por medio de exposiciones temporales y permanentes se difunde el rico arte virreinal y contemporáneo y diferentes expresiones de la cultura nacional para visitantes nacionales y extranjeros.

En su hermoso interior con un patio central con arquería de piedra de tres plantas como muestra de la arquitectura regional del siglo XVII, se exponen sus valiosas colecciones de pintura, escultura y de los muebles de su época virreinal, que en pleno siglo XXI no dejan de asombrar y deleitar a sus visitantes.

Las escuelas de gran calidad artística Paceña y Potosina están representadas por famosos pintores como Melchor Pérez de Holguín y Cecilio Guzmán de Rojas, exponentes excelsos de un particular gusto y sensibilidad.

Pero más que un museo es una muestra de orgullo para todos los bolivianos porque allí se plasman la tenacidad y el deseo por preservar viva la memoria y especialmente por hacer del arte un aspecto propio del pueblo boliviano, este museo ha constituido un esfuerzo de muchas décadas y de muchas personas que, con vocación y convicción, trabajan para que los nacidos en este país se acerquen a la más sublime de las expresiones humanas, el arte.

El Museo Nacional de Arte de Bolivia comienza a ser reconocido en el mundo como un elemento con enorme potencial para consolidar su accionar, críticos y conocedores han quedado muy complacidos con la belleza de sus instalaciones, pero especialmente de su riqueza en obras artísticas.

La ciudad de La Paz y todo el pueblo de Bolivia pueden sentirse orgullosos de contar con un museo que no tiene que envidiar a los más reconocidos, es una sensible justificación para visitar y enamorarse de este país que tiene cada vez más cosas para mostrarle al mundo.