Reaparece la denuncia: Evo Morales afronta nuevo capítulo judicial y le piden pruebas de ADN

Con la causa reabierta, la justicia deberá determinar la veracidad de los testimonios y procesar a Evo Morales en un nuevo capítulo de denuncias.

El resurgir de las acusaciones por agresiones sexuales contra el expresidente Evo Morales ha encendido nuevamente la polémica en Bolivia y Argentina, a partir de declaraciones del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.

En una entrevista con el medio argentino Data Urgente, Del Castillo reveló que “he recibido testimonios de mujeres que fueron violadas mientras Morales ejercía la presidencia” y que aguardan la primera resolución judicial para presentar nuevos relatos de violencia sexual.

Retraso y reactivación judicial

Las primeras denuncias, vinculadas al proceso que enfrenta Morales en Tarija por trata de personas y violación de menores, estarán disponibles de forma pública una vez avance esa causa. Morales, requerido por la justicia boliviana con un mandamiento de aprehensión, permanece atrincherado en el Trópico de Cochabamba desde octubre de 2024, protegido por sindicatos ante el riesgo de una intervención policial.

Paralelamente, la Justicia argentina reabrió la investigación por delitos de trata de personas y abuso de menores durante la estadía de Morales como asilado político (2019–2020). Un tribunal integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens consideró “prematuro” el archivo inicial y reconoció a la Fundación Apolo como querellante, órgano que había denunciado al exmandatario por supuestos traslados de adolescentes con fines de explotación sexual.

Voces que impulsan el proceso

Entre las principales testigos destaca Angélica Ponce, exdirigente intercultural que relató la presencia de menores “en labores serviles” y denunció el intercambio de niñas a cambio de favores políticos. A ello se suma la denuncia presentada en noviembre de 2024 por la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, quien acusó a Morales de “convivir con cuatro adolescentes” bajo asilo kirchnerista. Según Bullrich, estos hechos “son el peor de los delitos” cometidos en territorio argentino.

Frente a las acusaciones, Del Castillo instó a Morales a someterse a pruebas de ADN si niega los cargos, afirmando que las evidencias “demuestran que no solo violó a una menor, sino que la embarazó”. El Gobierno boliviano, sin embargo, considera que las condiciones para su aprehensión no están dadas debido a riesgos para la seguridad de los agentes y sus propios resguardos sindicales.

Balance y próximos pasos

Con la reactivación de las causas en dos países, la presión sobre Morales aumenta. El siguiente capítulo lo escribirá la justicia: en Tarija, la investigación por trata y violación de menores seguirá su curso, y en Buenos Aires, la Fundación Apolo podrá presentar pruebas y testigos. Para las víctimas, cada testimonio y cada auto judicial representan la posibilidad de acceder a la justicia que durante años les ha sido negada.