Se viralizan imágenes de una sicurí de gran tamaño metida en el motor de un carro en Puerto Quijarro
Los trabajadores de una empresa naviera quedaron aterrados al ver lo que estaba en el motor del vehículo.
Los trabajadores de una empresa naviera quedaron aterrados al ver lo que estaba en el motor del vehículo.
Trabajadores de una empresa naviera quedaron aterrados al abrir el motor y ver lo que impedía que encendiera. Una sicurí, de gran tamaño, se había "enrollado" en el carro y se movía dentro del vehículo. Las imágenes se viralizaron en redes sociales tras ser compartidas.
El evento ocurrió hace unos días en Puerto Quijarro, localidad del municipio cruceño. Al parecer, los trabajadores se retiraban hacia sus hogares, pero cuando intentaron prender el vehículo, este no arrancaba.
De pronto, escucharon un fuerte ruido en el motor. Por eso decidieron abrir el carro, al abrir la tapa del motor quedaron aterrados. Apagaron el vehículo y notaron como la serpiente se movía lentamente. Hasta el momento se desconoce sí llamaron a las autoridades en manejo de animales para sacarla del vehículo de forma controlada y sin hacerle daño.
Cabe resaltar que la sicurí o anaconda, como también se le conoce, es una serpiente constrictora que no es venenosa, pero su "abrazo" puede ser letal para animales pequeños. En su edad adulta puede llegar a medir más de 7 metros en ejemplares machos y hasta 4 metros de largo en hembras.
La anaconda suele mantenerse cerca de los afluentes de agua debido a que le es fácil cazar pequeños peces, sapos, patos o otros animales que pertenecen a la cadena alimenticia. Prefiere los climas húmedos, las aguas quietas y puede verse enroscada en troncos mientras toma el sol. Su capacidad respiratoria le permite mantenerse bajo el agua por más 30 minutos y luego sube a la superficie.
Lo extraño de este caso, es que suelen ser bastante tímidas con el contacto humano. Quizás encontró un escondite "calentito" en el motor y se mimetizó dentro del vehículo "como si se tratara de un tronco". Las personas suelen sacrificarlas debido a que temen que dañen a algún niño o animal.