Armando Ibáñez pegó a un árbitro y ahora sufrirá una sanción

Fútbol - Lunes, 23 / Jun / 2003
 
(La Paz - La Razón)

Bolivia.com
El volante es uno de los jugadores más temperamentales del torneo. Cuenta el porqué de su conducta. Hace un mes pateó al árbitro Zapata, ahora afirma que está arrepentido y hasta pidió disculpas.


El mediocampista de Independiente Petrolero, de Sucre, reflexiona sobre su conducta y declaraciones. Espera seguir aportando para que su club salve el descenso directo de la Liga.

Juega fuerte, discute en cancha y recibe tarjetas, ¿ese es usted?
Futbolísticamente por hay no brillo, pero nadie puede negar que le pongo garra y mucha entrega en los partidos. No me gusta perder en nada y menos en el fútbol. Admito que muchas veces me paso de revoluciones, pero es porque así lo siento el fútbol. Son 13 años de carrera que juego así y no creo que vaya a cambiar. No me gusta perder y eso me llevó a ganar títulos. Creo que llevé una vida deportiva muy bonita.

¿Hay un Ibáñez dentro la cancha y otro en la vida diaria?
Afuera soy un hombre muy querido, hogareño. Me gusta compartir con mis hijos. Pasa que yo me “mató”, doy todo de mí en un partido, porque siempre pienso en ganar. Lucho por mi equipo, porque si gana, yo ganó y sé que mi familia tendrá bienestar.

¿Por qué pateó al árbitro Óscar Zapata?
Es difícil de explicar. La verdad que pensé mucho. Me sentí mal, me dio depresión y hasta me encerré a llorar. Hubo gente que me llamó para apoyarme, pero otra me insultó. Fue un momento de impotencia y desesperación. La verdad que me expulsaron muchas veces, pero nunca reaccione así. Estoy arrepentido por lo sucedido. Ese día todo me salió mal, aunque no es justificativo.

¿De verdad cree que los partidos están arreglados para los grandes tal como insinuó en una entrevista?
Vemos que a los grandes les arbitran jueces de categoría y a nosotros no. Los equipos chicos son sujetos de ser sancionados drásticamente y da la impresión de que estuviera digitado. La verdad que uno dice cosas fuertes con la cabeza caliente, pero es porque uno lo siente así.

¿Usted declara muchas cosas con la cabeza caliente?
Puede ser. Uno a veces declara sin pensar y ser crudo. En todo caso decidí no hablar más luego de un cotejo porque puede dañarse a diferentes personas y causar problemas. Yo quiero estar tranquilo junto a mi familia.

¿Escucha o lee las críticas o elogios que la prensa le hace?
No. Opté por ver las noticias internacionales. La verdad es que no me gusta que se hable mal de ningún jugador, por qué no se ponen a pensar que uno antes que jugador es persona, con familia detrás. No es bueno que la familia de uno escuche cosas malas, pues ellos también sufren.

¿Está consciente de que le podrían aplicar una dura sanción?
Sí, pero yo estoy tranquilo. Fui la semana pasada a declarar al tribunal. Me encontré con el árbitro a quien agredí, le pedí disculpas y eso creo que no me hace menos hombre, por el contrario es de caballeros. Lo malo es que el jugador casi siempre queda como el malo de la película.

¿Con la situación de Inde las cosas se complicaron?
Por supuesto. A nadie le gusta pelear el descenso, sufrir problemas de dinero y otras cosas. Uno no sólo firma un contrato y punto, si no hay un compromiso.

¿Cómo fueron sus inicios?
Siempre me gustó el fútbol desde niño. A los 14 años fui a Real Santa Cruz con apoyo de mi papá. Hubo dos entrenadores que me ayudaron: Elio Romero y Luis Hinostroza, éste último me enseñó muchas cosas y me ayudó en diferentes situaciones.

¿Recuerda cuándo debutó a nivel profesional?
Sí. Me hizo debutar el técnico Adolfo Flores cuando faltaba cinco minutos para el final de un cotejo. Recuerdo que me dijo que sólo marcara a Mauricio Ramos, porque resulta que nosotros íbamos ganando 1-0.

¿Qué méritos logró?
Jugué en las selecciones cruceñas, en las nacionales como la Sub-20, Sub-23 y en la Mayor. En 1998 salté de Real al Tigre. Era la primera vez que salía de Santa Cruz. Pero donde me fue bien, fue en Guabirá, club con el que tuve muchas satisfacciones.

El perfil

Datos personales: Armando Ibáñez Correa.
Nació en Santa Cruz, el 4 de marzo de 1973.
Mide 1,77 metros y pesa 70 kilogramos.
Padres: Blanca Elena y Armando. Está casado con Wendy Ugarte y tiene dos hijos: Pablo y Micaela.
Estudios realizados: Terminó el bachillerato en Santa Cruz y tiene un año de aprobado en la carrera de Contabilidad, por falta de tiempo dejó de estudiar.
Sus inicios:
Comenzó en el fútbol en Real Santa Cruz a los 14 años. Luego jugó en The Strongest, Guabirá, Oriente Petrolero e Independiente.
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