Té Chimate: medio siglo de historia

Economía - Martes, 10 / May / 2005
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com
Un inmigrante alemán llevó los primeros plantines a esta tierra fértil en el norte paceño.

La historia del cultivo de té en Bolivia ya tiene medio siglo. A finales de los años 40, un inmigrante alemán se trasladó hacia Chimate, en el norte de La Paz en el municipio de Mapiri, y comenzó las primeras plantaciones en esa región utilizando plantines traídos del Perú. Durante los siguientes diez años, promovió el cultivo e inició su procesamiento artesanal. Por entonces, el producto procesado era empacado en latas de estaño y enviado a las minas.

A inicios de los años 50, tramitó la importación de una turbina hidroeléctrica y una planta de procesamiento. Pero la Revolución del 52 frustró a este pionero y la historia del desarrollo de este cultivo se estancó por más de dos décadas, señala el Mapa-Usaid.

Hacia finales de los 70, una misión China-Taiwán retomó la idea y, en coordinación con el Gobierno de Bolivia, construyó las plantas de procesamiento en Caranavi y Chimate y promovió el cultivo alcanzando a 600 hectáreas.

Con el cambio en la política internacional del Gobierno de Bolivia de entonces, que determinó el rompimiento de relaciones diplomáticas con Taiwán y el establecimiento de relaciones con la República Popular de China, se inició una nueva etapa del proyecto. Esta vez, la cooperación china fue canalizada por Cordepaz, terminando de equipar las plantas.

Después de 15 años de apoyo de la cooperación china, incluyendo la de Taiwán, nació el Té Chimate, que colocaba el 100 por ciento de su producción a través de Comibol (Corporación Minera de Bolivia), señala el Mapa-Usaid.
En aquellos años, la minería ya era el sector más pujante de la economía nacional.

En los 80, un nuevo cambio en la política nacional estableció la disolución de las corporaciones de desarrollo, después de la caída en el precio de los minerales y, por ende, de todo el sector minero.

La Prefectura de La Paz privatizó ambas plantas. En 1998, Hansa adquirió la planta de Chimate y Eco-Caranavi la otra. Cada empresa redujo el procesamiento de té a sus propias necesidades de comercialización. Así cayó también el crecimiento de la superficie de cultivo provocando el abandono de esta actividad económica.

A fines del 2003, como parte de una política de desarrollo integral, el Gobierno de Bolivia solicitó el apoyo de Usaid/Bolivia para iniciar el Programa Té. En coordinación con el Viceministerio de Desarrollo Alternativo, el Proyecto Mapa (Acceso a Mercados y Alivio a la Pobreza) inició las actividades de rehabilitación de esta industria orientadas al mercado y con el objeto de incrementar el ingreso, de las familias de productores, señala el informe del Mapa-Usaid.
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