Sol Mateo y Fran Arbelo, 2 formas de expresión

Cultura - Miércoles, 14 / Sep / 2005
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com
Desde diferentes oficios, ambos artistas utilizan la imagen para expresarse. Mientras Sol Mateo prepara ya la Bienal del Mercosur, Frank Arbelo se concentra en el desarrollo de la ilustración y el cómic.

La primera versión de la Bienal Iberoamericana del Cartel premió a dos interesantes figuras del ambiente creativo paceño que llevan caminos muy distintos, pero siempre dirigidos por la pasión enfocada hacia la imagen.

Dos años después de ganar sus premios, el artista visual paceño Sol Mateo y el cubano Frank Arbelo abren un espacio en sus cubiles creativos para hablar de su obra.

Tv Zapping, de Sol Mateo
"Considero al espectador contemporáneo como un voyeurista potencial. Con mi obra pretendo detonar el morbo que todos llevamos dentro. Y, claro, al pasar todo por el orificio de mi cámara, me convierto yo en el primer voyeurista". Con los proyectos a cuestas, el artista paceño Sol Mateo revisa parte de su camino desde su estudio en Achumani.

En los años 80, luego de un fugaz paso por la carrera de Arquitectura, Sol decidió ser artista. Su trayectoria creativa le permitió participar en las bienales y ferias de arte más importantes del mundo. Hoy, se encuentra dando los últimos toques al proyecto Tv Zapping, que se verá en la Bienal del Mercosur, en Sao Paulo (Brasil).

"En esta etapa de mi trabajo estoy atacando de manera aleatoria a las imágenes de televisión a través de la fotografía. Estas fotos, digitalizadas, las combino entre sí para crear nuevos lenguajes, nuevas tensiones entre las imágenes".

Basado en el zapping, Sol crea un collage al que luego añade imágenes filmadas en estudio y sonido. "Es una forma de detener el momento, de saltar de canal en canal, de transformar, desvirtuar el lenguaje propio de la televisión".

Desde sus inicios, el trabajo de Sol navega constantemente entre nuevos recursos y materiales, donde no existen límites de lenguaje.

Este año, figura además como curador del IV Salón Internacional de Arte, encuentro que ganó en su anterior versión. "Es un trabajo pesado pero interesante. Ha sido un reto de aporte a lo que es el movimiento del arte en la ciudad, el cual considero que es conservador, estancado y poco dinámico".

La fotografía es su fuerte, aunque también ha tenido un alma eterna de instalador. "Nunca fui estrictamente pintor. Tengo mucho respeto por esa técnica, pero no es lo único. Ni siquiera el término de artes visuales resume mi trabajo. En mis últimas obras, el sonido se ha convertido en algo indispensable".

Los objetivos de Sol siguen fijos desde sus inicios, aunque su modo de perseguirlos ha cambiado. "Con el tiempo fui menos epidérmico, tomando más ironía, y pasé a lo cáustico; eso sí, refinando la sutileza artística". Por lo demás, la línea que maneja mantiene a la sangre como importante hilo conductor.

"Lo que pretendo con mi trabajo es motivar al espectador, cuestionarlo y que se cuestione. Mis obras son de lectura abierta, son propensas a múltiples lecturas".

Las viñetas de Frank Arbelo

Nunca para. Aunque deje su oficina o la mesa de trabajo que tiene en casa, la cabeza de Frank Arbelo se la pasa destilando ideas todo el tiempo. Las calles, la música, los cómics, la vida misma... todo es motivo de inspiración para el artista gráfico cubano, que lleva ocho años residiendo en Bolivia. De esta forma, su carrera tiene varios rostros: la ilustración, el diseño, el cómic...

Frank aprovecha un espacio de la tarde para algo que usualmente no hace en su trabajo: hablar de su vida. Sus 36 años se acomodan frente a la computadora mientras los ojos de una morena figura vigilan desde el afiche con el que ganó la I Bienal Iberoamericana del Cartel, el 2003, en la categoría comercial.

"En diseño trabajo desde 1983. En Cuba, hice algunos trabajos interesantes como discos, tapas, afiches. Luego ya vine aquí y me dediqué a la publicidad". Su primer encandilamiento con la imagen viene de la niñez. "Siempre me interesó dibujar. Cuando terminé la escuela había que seleccionar una carrera y busqué algo que tuviera que ver con el dibujo. Sin saber mucho, terminé en la carrera de diseño técnico, que se ocupa de dispositivos y herramientas, un trabajo totalmente industrial". Frank descubrió luego su vocación en un departamento gráfico en La Habana como dibujante técnico, antes de ingresar en la Escuela de Diseño y Artes Plásticas.

Ahora, está totalmente integrado a la realidad de Bolivia. "No me costó adaptarme, a mí me gusta el frío. La diferencia en el trabajo entre ambos países es bastante. Acá el ritmo es bastante más rápido y tiene que ver con la publicidad".

El ritmo de La Paz le resulta vivificante. "Uno no deja de trabajar. Termino algo y tengo otra cosa para mañana, llego a la casa y estoy pensando en una solución. Me es muy difícil desconectarme". Y como si el tiempo le sobrara, Frank sigue robándose minutos para una de sus grandes pasiones: el cómic.

"Cuando se creó la revista Crash!!, la editorial me propuso hacer alguna historia. Siempre me interesó este trabajo, pero no lo había hecho porque no tenía la posibilidad de publicarlo, y una historieta, si no la publicas, no tiene ningún sentido". Primero fue una, luego otra, y hasta hoy no para.

La cosa se puso interesante cuando llegó el guionista Cachi Kieffer. Juntos dieron vida a Yenifer, un personaje que nació hace un par de años y que ya tiene una novela gráfica. Yenifer es una prostituta que se impone en la noche.

Entre las trabas, encontró que el cómic es considerado como un elemento limitante. "No pasa sólo con la historieta, sino con la ilustración en general, que se ve encaminada para un público infantil. Si bien es un público importante, se puede tener un lugar importante en la prensa, las revistas y el diseño dirigido a un público adulto. Funciona muy bien, pero, pese a eso, las agencias de publicidad rara vez contratan a un ilustrador. Existe la costumbre de dar importancia a la fotografía, cuando existen otras formas de resolver una imagen".

¿Y los planes? Quiere seguir diseñando y pensando historietas.

Y es que todavía le falta mucho por hacer, pues sus viñetas, por ejemplo, todavía no han tocado a fondo ningún aspecto de su propia vida. "Ahora recién estoy empezando a escribir acerca de algunos recuerdos que tengo de la infancia". Y quién sabe, puede que de ahí surja algún día una historieta.
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