Restos del ADN de los neardental están presentes en humanos modernos

El genoma de los humanos actuales presenta trazos de los neardentales, porque antes de extinguirse hace unos 28.000 años coexistieron y se cruzaron con los primeros hombres modernos.

El genoma de los humanos actuales presenta trazos de los neardentales, porque antes de extinguirse hace unos 28.000 años coexistieron y se cruzaron con los primeros hombres modernos.

Los neardentales (Homo Neanderthalensis) comenzaron a habitar Europa y las regiones occidentales de Asia hace 230.000 años y en un período de aproximadamente cinco mil años ocuparon los mismos territorios europeos que el hombre de Cromañón, según prueban fósiles hallados en las cuevas de Châtelperron, en Francia.

Los científicos saben desde hace tiempo que los neardentales se cruzaron con los antecesores del hombre moderno y dejaron su material genético en el genoma de esos ancestros.

Pero Benjamin Vernot y Joshua M. Akey, del Departamento de Ciencias Genómicas de la Universidad de Washington, estudiaron los segmentos precisos que han persistido con el propósito de determinar si esas trazas proporcionan alguna ventaja de adaptación.

Los investigadores partieron de la hipótesis de que en los humanos modernos no africanos ha permanecido intacto más genoma neardental.

Los fragmentos del ácido desoxirribonucleico de neardental hallados en los genes de los humanos modernos no son porciones al azar, sino que han contribuido a su aspecto, incluido el cabello y la piel.

Los científicos han podido extraer ADN de restos de neardentales y encontraron que hasta el 20 % de esos genes están presentes en los humanos actuales.

Los investigadores de Washington hicieron el hallazgo mediante el estudio de los genes de más de seiscientas personas vivas.

Aproximadamente del uno al tres % del genoma de los no africanos se heredó de los antepasados neardentales, aunque la proporción varía de persona a persona.

Los humanos africanos no han heredado esas características, dado que los neardental son de origen europeo, pero los cruces sí pueden haber afectado la apariencia de los europeos y los asiáticos del presente. EFE