Esta región, también conocida como “Cinturón de Fuego”, está situada en las costas del océano Pacífico y cuenta con varias de las zonas de subducción más importantes del planeta.
A lo largo de esta cuenca se han presentado una serie de erupciones volcánicas y terremotos durante las primeras semanas del año.
En enero un volcán hizo erupción en Filipinas y tembló en Indonesia (6.4 grados en la escala Richter) y en Kodiac, Alaska (7.9 grados).
El 6 de febrero un sismo de 6.4 grados en Taiwán dejó 17 muertos y al menos 180 heridos; el 13 de febrero dos temblores de 4.9 y 5.7 sacudieron Guam.
Además, se han presentado terremotos de mediana intensidad en el norte, centro y sur de Japón, y el monte Kusatsu-Shirane entró en actividad, provocando que se activara la alerta de tsunami.
Incluso la agencia de la ONU para los desastres naturales se expresó sobre estos fenómenos:
La cercanía de estos eventos han hecho que muchos se pregunten si se aproxima un sismo masivo de gran envergadura.
Sin embargo, científicos y expertos coinciden al señalar que este tipo de actividad alrededor de esas placas tectónicas es normal.
Estos eventos no están relacionados y se trata sólo de una coincidencia, además descartaron que se presente un efecto dominó que produzca movimientos más intensos.
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