Por primera vez nacen 14 flamencos y un cóndor en cautiverio en zoo de La Paz
Catorce polluelos de flamenco, de las especies Andina y James, y un cóndor nacieron por primera vez en cautiverio en el zoológico Vesty Pakos de la ciudad La Paz.
Catorce polluelos de flamenco, de las especies Andina y James, y un cóndor nacieron por primera vez en cautiverio en el zoológico Vesty Pakos de la ciudad La Paz.
La información fue proporcionada por la administradora del zoo, Andrea Morales, y el veterinario que atiende a las aves, Rolando Limachi.
Los huevos de flamenco fueron traídos desde la Laguna Colorada -situada en el sur de Bolivia, casi en la frontera con Chile-, donde un grupo de biólogos los rescataron de los habitantes del lugar que los arrebataron a los animales para venderlos.
En total trajeron unos 40 huevos, de los que nacieron un 30 %, lo que se considera un éxito, dijo Limachi a Efe.
Según el veterinario, es la primera vez en el mundo que esas dos especies de flamencos se reproducen en cautiverio.
"Es delicado porque nacen sin sus padres" que siguen en libertad, contó Limachi, quien explicó que han ido naciendo progresivamente desde el 2 de enero, teniendo el mayor poco más de un mes y el más pequeño semana y media.
Según el veterinario, "es curioso" porque las aves, a pesar de que no han tenido contacto con sus padres, ya adoptan costumbres de su especie como mantenerse y dormir sobre una sola pata y filtrar el agua de la laguna para comer el fitoplancton del que se alimentan en libertad.
Ahora los mantienen en el hospital veterinario del zoo en un recinto con una pequeña laguna, pero están preparando un recinto más grande donde poder trasladar a los polluelos, que en mayo ya tendrán el tamaño y el pelaje rosa de los flamencos adultos.
Diferente es la situación del cóndor, que hasta dentro de tres años dependerá de sus padres -que sí están junto a él- y no comenzará a volar, según aseguró el veterinario.
La pareja, Amauta -el macho- y Mururata -la hembra-, y su polluelo, al que han llamado provisionalmente Illimani como la montaña paceña, se encuentran en un recinto del parque, donde solo los cuidadores pueden acceder y que se encuentra lejos de los visitantes, "para que tengan privacidad".
La pareja llevaba "años intentando reproducirse", pero no era capaz de tener descendencia bajo la mira curiosa de los visitantes.
Por eso, con el asesoramiento de expertos de otros países, como los del zoo metropolitano de Chile, les cercaron un perímetro considerable.
"No tenemos registrado el día de la ovoposición", explicó el veterinario, pero lo vislumbraron por primera vez el 22 de octubre y el polluelo nació el pasado 20 de diciembre.
Con menos de dos meses, tiene el tamaño de un pato y un plumón de color grisáceo y en seis meses tendrá su plumaje definitivo y comenzará a alcanzar los dos metros de ala a ala y los 90 centímetros de altura que mide de media un cóndor.
De momento, sus padres no abandonan la madriguera donde no se deja ver el polluelo y hacen turnos para ir a comer.
En el zoo han esperado que pase el período crítico para anunciar el nacimiento de Illimani, ya que los cóndores son "muy recelosos", explicó Limachi, y pueden llegar a matar a la cría si se sienten amenazados.
En total en el zoológico cuentan con siete cóndores, pero solo Amauta y Mururata están conformados como pareja.
Todos los animales de esta reserva han llegado de alguna incautación de la Policía a personas particulares u hoteles que tienen animales exóticos sin autorización y de manera ilegal, o de circos que traen animales, aún cuando está prohibido por ley.
"La idea de un centro de custodia cuando se piensa en reproducción es tener este reservorio de modo que si las poblaciones de fauna silvestre disminuyen podamos tener estos individuos para poder liberarlos", resumió el veterinario del zoológico. EFE