El Pentágono compra un robot que juega al póquer por 10 millones de dólares

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos se ha hecho con un robot por el que han pagado 10 millones de dólares. Se llama Libratus y fue creado por un grupo de científicos liderado por Tuomas Sandholm. La especialidad del androide es ganar al póquer, y ahora habrá que ver qué uso le da el ejército estadounidense.

La tecnología detrás de esta máquina es la inteligencia artificial, que le permite imitar ciertas funciones cognitivas propias de los humanos. En este artículo, estudiaremos todas las posibilidades que tiene esta ciencia, no solo en el ámbito militar, sino también en el del juego de apuestas, la medicina, los videojuegos y la automoción.

Un robot con estas características puede darle a los profesionales de sectores distintos una oportunidad de desarrollar habilidades como nunca antes.

Presentamos a Libratus: un as del póquer

Hace un par de años, Libratus acaparó los titulares de medio mundo por tratarse de un robot capaz de batir incluso a los mejores jugadores de póquer, concretamente en su modalidad de Texas Hold’em sin límite. Detrás de dicho invento hay dos científicos de la Universidad de Carnegie Mellon de Pittsburgh, Pensilvania, responsables de que esta máquina sea capaz de tomar decisiones por sí sola durante una partida de póquer.

Ello se consigue programando el bot con una inteligencia artificial capaz de seguir la teoría del juego. Para comprobar la efectividad de su tecnología, el robot se enfrentó a cuatro humanos expertos durante 20 días, que además le sirvieron para perfeccionar su conocimiento y mejorar su estrategia.

Pese a que los primeros días acumuló el mismo número de ganancias que de pérdidas, durante la primera mitad del campeonato ya consiguió hacerse con más de 670.000 dólares.

¿Por qué quiere el Pentágono un robot experto en póquer?

A mediados del pasado mes de enero, el portal Wired confirmaba que el Pentágono había desembolsado un total de 10 millones de dólares para contratar, durante dos años, los servicios del bot de inteligencia artificial llamado Libratus.

Lo han hecho después de que Sandholm fundara la startup Strategy Robot, en la que ha trabajado para adaptar la tecnología usada en dicho robot a otros fines que podrían ahora ayudar al gobierno estadounidense.

En concreto, el Departamento de Defensa de Estados Unidos podría beneficiarse de los éxitos de un proyecto como Libratus a la hora de desarrollar estrategias militares. Se desconoce en qué está pensando concretamente la Unidad de Innovación del departamento, que fue creada en 2015 para incorporar nuevas tecnologías como la IA en el ámbito del ejército.

Podría ayudar a los militares a mejorar sus habilidades en el campo de batalla, pero también ser pieza clave en sistemas de seguridad.

El futuro de la IA en el póquer

Volviendo a las capacidades de la inteligencia artificial en el mundo del entretenimiento, será interesante ver cómo se aplican en la vida real todas estas posibilidades que ofrecen proyectos como Libratus. De hecho, la IA podría ser el revulsivo que el póquer online necesita para triunfar definitivamente en países como España.

No obstante, hay que ir con cuidado, ya que la presencia de bots también podría desanimar a algunos jugadores.

Hay gente que, para asegurarse de que no pierden dinero, utilizan bots de inteligencia artificial para que jueguen por ellos mientras ellos descansan o van a dormir. Ello supone un reto no siempre fácil de superar para los jugadores humanos, quienes a la larga terminan por ser menos efectivos debido al cansancio.

Por ahora, eso sí, se trata de un problema que solo ocurre en partidas online. Los torneos en vivo no tendrán esta dificultad hasta que no se acepte la presencia de androides.

La inteligencia artificial más allá del póquer y el ejército

Ya se ha especulado sobre las implicaciones que podría tener el uso de inteligencia artificial en ámbitos como las salas online de póquer o el servicio militar. No obstante, las aplicaciones de la IA van mucho más allá.

El desarrollo de esta tecnología puede ayudar a mejorar el reconocimiento de voz de asistentes virtuales como Alexa o Siri, así como a perfeccionar el software biométrico que se utiliza para identificar los rasgos faciales o la huella dactilar del usuario de un smartphone.

En la defensa cibernética, la inteligencia artificial podría servir para mejorar la prevención y detección de ataques informáticos, a la vez que se proporcionan soluciones más efectivas para cada caso concreto.

Otros científicos centran sus investigaciones en encontrar la forma de usar esta tecnología inteligente en el ámbito de la salud, ya sea para diagnosticar una enfermedad, como para ofrecer un tratamiento para curarla sin que se necesite la intervención de un médico.