Por: Difusión • Bolivia.com

La Generación Z gasta menos tiempo con videojuegos

Muchas veces, cuando nos imaginamos en el gamer típico, nos viene a la cabeza la imagen de un adolescente o un chaval de veintipocos encerrado en su habitación con unos cascos puestos jugando al FIFA o a algún juego de tiros. Pues bien, los datos muestran que, de este estereotipo, algunas cosas se cumplen, pero otras, por raro que pueda sonarnos, no.

Los nuevos gamers pasan menos horas jugando. Foto: Shutterstock
Los nuevos gamers pasan menos horas jugando. Foto: Shutterstock

Muchas veces, cuando nos imaginamos en el gamer típico, nos viene a la cabeza la imagen de un adolescente o un chaval de veintipocos encerrado en su habitación con unos cascos puestos jugando al FIFA o a algún juego de tiros. Pues bien, los datos muestran que, de este estereotipo, algunas cosas se cumplen, pero otras, por raro que pueda sonarnos, no.

Empecemos por aquello en lo que sí acertamos teniendo en mente esa imagen estereotipada. Estaríamos en lo cierto en cuanto a los juegos elegidos. Encuestas recientes muestran que los shooter en primera persona como el Call of Duty son los preferidos con casi 20 puntos porcentuales de diferencia con respecto al segundo que, efectivamente, sería el famoso juego de fútbol FIFA. También destaca la popularidad entre el género masculino de otros títulos de fantasía como God of War. En cuanto a las mujeres, también dedican importantes porcentajes de su tiempo a la interacción con videojuegos, sin embargo, están menos involucradas emocionalmente con estas prácticas y las usan menos para socializar y generar vínculos con amigos. Así que sí, el estereotipo de que nuestro gamer de referencia sea un hombre, probablemente sí se cumpla.

Hasta aquí lo previsible, pero ahora empiezan las sorpresas, según nos muestra un estudio de la empresa de seguridad ExpressVPN. Aunque existen estudios que muestran tendencias contrapuestas, algunos de los más recientes indican que las personas que más tiempo dedican a jugar a videojuegos son adultos pertenecientes a la generación Millennial (nacidos entre principios de los ochenta y mediados de los noventa). Así que no, no estaríamos hablando de un adolescente con la cara llena de acné, ni siquiera de un adulto joven con una recién estrenada veintena.

Las razones detrás de estos datos pueden tener que ver con que los Millennials vivieron de primera mano el auge del sector allá por los años 90, generando un vínculo emocional profundo derivado de las continuas y trepidantes novedades que tenían lugar en la industria durante esa época. Los auténticos frikis de los videojuegos los encontramos en esta generación, cuyos miembros ocupan los primeros puestos en términos de tiempo y frecuencia de juego. De hecho, casi el 70% de los encuestados de esta generación aseguran que juegan todos los días, un porcentaje que baja en más de 10 puntos con respecto a la Gen Z.

Los miembros de la Gen Z, sin embargo, son más proclives que los Millennials a consumir contenido relacionado con los videojuegos, siendo muy aficionados de las reproducciones de partidas en directo, los análisis de videojuegos y las grabaciones de partidas comentadas. Quizás esto sea porque cuentan con menor poder adquisitivo que la generación anterior, y esta es una manera más asequible de matar el gusanillo; o quizás se deba a que están más familiarizados con este tipo de contenido. Es interesante mencionar también que se trata, esta de una generación que valora menos la competitividad en los videojuegos que los Millennials, un dato, sin duda relevante a nivel sociológico y psicológico. Títulos como el Fornite, Minecraft, Grand Theft Auto V o Roblox son algunos de los más populares entre esta generación. Los juegos retro, del estilo del Mario Kart, Pacman o Tetris están experimentando también un auge en cuanto a popularidad en esta generación. ¡Y es que, las modas siempre vuelven!

Otro dato sorprendente con respecto a la relación con los videojuegos de estas dos generaciones tiene que ver con el tipo de dispositivo preferido para jugar. No, no es un ordenador. Tampoco una consola. Aunque estos dispositivos aún tengan un peso importante (alrededor del 50 y el 60% respectivamente), la gran mayoría de los aficionados a los videojuegos de estas edades (más del 70%) utiliza predominantemente el móvil para jugar.

¿Cómo cambiarán los avances técnicos futuros y el desarrollo de las nuevas tecnologías estos datos? ¿Serán los videojuegos un pasatiempo como lo eran para las antiguas generaciones, o todo un estilo de vida como lo son para las nuevas? ¿Qué papel jugará el auge de la realidad virtual? Las respuestas a todo ello están a la vuelta de la esquina.

 

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