Extractos de flores y aceites esenciales perfectos para el cuidado de tu piel
Calman, suavizan y mejoran el aspecto de la piel, el cabello y las uñas; poseen propiedades terapéuticas, antibacterianas, antisépticas o antiinflamatorias, e incluso ayudan a aliviar síntomas de gripe, depresión y ansiedad.
Calman, suavizan y mejoran el aspecto de la piel, el cabello y las uñas; poseen propiedades terapéuticas, antibacterianas, antisépticas o antiinflamatorias, e incluso ayudan a aliviar síntomas de gripe, depresión y ansiedad.
Las orquídeas negras, el jazmín, la violeta egipcia, la verbena, los lirios blancos, las rosas francesas y la peonía, entre otras riquezas florales han comenzado a dar vida, en los últimos años, a un gran avance en cuanto a tecnologías para el cuidado de la piel: el aceite hidrafloral.
Los aceites hidraflorales son una mezcla de extractos de flores y aceites esenciales que protegen la piel contra el resecamiento, dejándola suave al tacto. Cada vez son más usados en productos de baño y de cosmética.
Los aceites esenciales, tan antiguos como las primeras civilizaciones: se cree que los egipcios los usaban con fines cosméticos, medicinales y religiosos. Además se sabe que el médico más conocido de todos los tiempos, Hipócrates, trataba a sus pacientes con ellos. Así que, aunque el mundo del yoga ofrezca hoy protagonismo y alabanzas a estos productos, ya hace miles de años que son de uso extendido.
La combinación de estos aceites hidraflorales con aceites esenciales es la nueva tendencia, ya que el segundo mencionado, no debe aplicarse puro directo sobre la piel. Siempre deben añadirse a otro aceite natural y con una mínima cantidad es suficiente (la proporción indicada es del 3% para lociones corporales y del 1% para uso facial).
Beneficios que ayudan en cualquier ocasión
Hoy en día, los aceites esenciales mezclados con extractos florales y glicerina, son incorporados a algunos jabones, cremas y demás productos presentes en el mercado.
Dentro de sus beneficios está el hecho de que pueden calmar, suavizar y mejorar el aspecto de la piel, el cabello y las uñas; además, estas esencias poseen propiedades terapéuticas, antibacterianas, antisépticas o antiinflamatorias, que incluso ayudan a aliviar síntomas de enfermedades como gripe, depresión y ansiedad.
Las investigaciones en cosmética han encontrado que los aceites esenciales pueden ser muy útiles para evitar el acné, son desodorantes naturales. Hay estudios que han determinado sus aptitudes para curar heridas, verrugas y como antifúngicos.
Puede facilitar un buen sueño y evitar el insomnio, además de la lucha contra la jaqueca. Históricamente, se ha relacionado su uso con una acción energizante y como potenciador de la concentración.
Sus fragancias frescas y efectos desinfectantes también los convierten en una alternativa natural para usar en las tareas domésticas. Además si se sufre de dolor de espalda, el aceite esencial de romero (uno de los más usados y económicos en aromaterapia) resulta de mucha de ayuda, combinado con aceite de oliva.
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Hay aceites esenciales que se utilizan como remedio natural para fortalecer el cabello muy fino y quebradizo. Con fines cosméticos, también puede añadirse (en pequeñas cantidades) a fórmulas para hidratar las pieles secas. Incluso hay quien lo recomienda para tratar las cicatrices.
Han descubierto también que el aceite esencial de manzanilla puede ser un aliado para los deportistas. Si bien los antiguos egipcios lo usaban como remedio para curar fiebres, en la actualidad se suele emplear para masajes tras una actividad deportiva exigente, dado que tiene propiedades antiinflamatorias.
Los ácaros son una fuente indeseable de alergias y, para esquivarlos, es muy recomendable emplear este tipo de aceites en un difusor específico. También pueden ser repelentes, ya que, entre otras cosas, contribuye a un mejor flujo sanguíneo.
Para muchos es conocido que en la aromaterapia se utilizan aceites esenciales. Para ello, se usan flores, hojas, semillas, cortezas, frutos, hierbas, especias, etcétera. De hecho, son las propias plantas las que le dan su olor característico y sus propiedades. Son productos químicos intensamente aromáticos y que mezclan bien con aceites.
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