Debemos aplicarle protector solar no sólo cuando vayamos a la playa. Una protección de SPF 15 es siempre bienvenida para una piel infantil. Los expertos aseguran que aplicar protector habitualmente puede llegar a reducir hasta un 78% el riesgo de padecer un cáncer de piel.
El nivel de protección varía dependiendo de las características personales de cada niño. Si su piel es muy pálida, no dudes es aumentar la protección.
Hay horas en las que la exposición al sol debe ser evitada, incluso para los adultos. La horas críticas van desde las 12 del mediodía a la 17 de la tarde.
Los fotoprotectores se han de aplicar unos 30 minutos antes de salir de casa y aunque sean resistente al agua, renovarlos cada dos horas aproximadamente.
Tras una jornada de sol, aplicamos cremas calmantes igual que lo haríamos con la piel adulta.