Por: Sofía Brañez • Bolivia.com

La COB rechaza la posibilidad de diálogo con empresarios privados y reafirma trabajo conjunto con el Gobierno

La COB, a través de sus representantes, aclaró que no habrá un diálogo "tripartidario", ya que indican que su petición es al Gobierno y se mantendrá un diálogo sólo entre representantes de ambas partes.

Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la COB en entrevista. Foto: Youtube
Juan Carlos Huarachi, secretario ejecutivo de la COB en entrevista. Foto: Youtube

La COB, a través de sus representantes, aclaró que no habrá un diálogo "tripartidario", ya que indican que su petición es al Gobierno y se mantendrá un diálogo sólo entre representantes de ambas partes.

Tras la oficialización de la conformación de mesas de trabajo entre Gobierno y representantes de la Central Obrera Boliviana (COB), se tomaron ciertos temas en cuenta, estos referidos a las comisiones que se conformarán con los representantes de ambas partes.

El tema que se va a tratar respecta a la posibilidad del incremento salarial este 2022 y la COB descartó la posibilidad de dialogar con representantes del sector del empresariado privado y que las demandas se analizarán con el Gobierno únicamente.

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) habría solicitado una reunión con el presidente Luis Arce para participar del diálogo que se va a instaurar con los distintos sectores de la COB y el Gobierno; al conocer de dicha petición, el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi dio a conocer su posición en representación del sector. 

Huarachi alega que la petición es hacia el Gobierno y entablarán negociaciones de esta manera, rechazando un diálogo "tripartidario" entre los tres sectores. También alega que el aumento que se busca es para generar una "mejor situación" para la productividad en el país, alegando que no se trata de un pedido que no pueda ser correspondido, que demanda el incremento de un 7% en el salario básico y un 10% en el mínimo nacional.

El sector privado responde que estos han sito "durísimos momentos" para la empresa privada por efectos de la pandemia por COVID-19 y que se siguen sintiendo las consecuencias de estas en las distintas cadenas de suministros y trabajos. Así mismo, consideran que este incremento generaría una mayor presión sobre las "entidades generadoras de empleo digno" y que podría implicar un riesgo para la continuidad de estas fuentes de trabajo.

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