Por: Redacción Actualidad • Bolivia.com

COVID-19 en Bolivia: ¿Qué tan peligrosa es la nueva cepa brasileña?

La variante P1 de la COVID-19, conocida como la cepa brasileña, podría ya haber ingresado a Bolivia. Estas son algunas de sus características más importantes.

Prueba de antígeno nasal para la COVID-19. Foto: ABI
Prueba de antígeno nasal para la COVID-19. Foto: ABI

La variante P1 de la COVID-19, conocida como la cepa brasileña, podría ya haber ingresado a Bolivia. Estas son algunas de sus características más importantes.

Luego de que se conociera del posible contagio de ciudadanos bolivianos con la nueva variante de la COVID-19, el Gobierno tomó medidas para frenar el contagio de esta nueva cepa en el país.

Desde el pasado viernes 2 de abril Bolivia cerró su frontera con Brasil. Medida que establece una serie de restricciones para las personas que pretendan ingresar al país, incluida la necesidad de presentar un prueba PCR negativa a todos los mayores de cinco años.

El motivo de la preocupación por parte de las autoridades se debe a que esta es una nueva variante del coronavirus que podría ser mucho más difícil de controlar. 

A continuación te explicamos qué es lo que se conoce sobre esta nueva cepa y cuáles son algunas de sus características más importantes.

El virus que produce la COVID-19, el SARS-CoV-2, ha sufrido ya varias mutaciones. Cualquier virus las experimenta y la mayoría no representa un peligro adicional para los humanos. Sin embargo, algunas mutaciones lo ayudan a sobrevivir o esparcirse. Son estas variaciones las que se pueden consolidar como dominantes, pues vuelven al virus más fuerte que su “versión original”.

Este es el caso de la variante P1, conocida como cepa brasileña porque se cree que se originó en la ciudad de Manaos de ese país. Fue identificada a través de análisis en muestras que permitieron estimar su aparición a principios de noviembre de 2020, según los datos de un estudio preliminar.

En el documento, los científicos explican que el repunte de casos de covid-19 en Manaos, una de las localidades más afectadas por la enfermedad, se debe precisamente a la aparición de la variante P1.

Esta contiene además de nuevas mutaciones, algunas que ya habían sido determinadas importantes para el virus.

Los dos aspectos más preocupantes de la variante P1 tienen que ver con su capacidad de transmisión, que se calcula entre un 1,4 a 2,2 mayor que el virus original; y su resistencia, que le permite evadir entre el 25 al 61 por ciento de la inmunidad creada por una infección previa.

Sin embargo, a pesar del peligro que representa la nueva cepa, se la puede combatir a través de los mecanismos de bioseguridad ya conocidos como el lavado frecuente de manos, uso del barbijo y el distanciamiento social.

Por otra parte, las vacunas también tendrán un rol importante. Aunque de momento no se sabe con precisión qué vacunas y en qué medida podrán ser eficientes contra las nuevas variantes, el haberse vacunado brindará una protección sobre todo contra los síntomas más fuertes de la enfermedad.

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