Por: David Ferrer • Bolivia.com

Litio boliviano, manos bolivianas: el auto eléctrico que nació en un taller de El Alto

Condori, un docente con vocación científica, construyó un jeep funcional impulsado por litio reciclado. Su proyecto casero ya es viral.

Sin apoyo estatal ni infraestructura industrial, un docente demuestra que el litio puede impulsar más que exportaciones: puede mover sueños. Foto: TikTok
Sin apoyo estatal ni infraestructura industrial, un docente demuestra que el litio puede impulsar más que exportaciones: puede mover sueños. Foto: TikTok

Condori, un docente con vocación científica, construyó un jeep funcional impulsado por litio reciclado. Su proyecto casero ya es viral.

Desde su taller improvisado en El Alto, rodeado de herramientas reutilizadas, bicicletas intervenidas y un ambiente de invención constante, Álvaro Condori no solo repara cosas: las reinventa.

Profesor de Física y Química de semana, inventor apasionado de fin de semana, Condori ha construido con sus propias manos un jeep eléctrico alimentado por baterías de litio recicladas.

La iniciativa, nacida de una necesidad concreta en zonas rurales sin acceso a energía, ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de creatividad con sello boliviano.

El vehículo, aunque aún en proceso, sin ventanas ni carrocería terminada, ya recorre las calles de El Alto como muestra funcional de una tecnología construida desde el ingenio y el reciclaje.

“Funciona durante tres o cuatro horas sin problemas”, cuenta Condori, mientras explica orgulloso cómo ha ensamblado él mismo cada batería a lo largo de cinco años de aprendizaje autodidacta.

Pero el proyecto va más allá de un simple auto eléctrico. Condori ha adaptado herramientas antiguas, como el taladro de su padre, al sistema de litio, mejorando su rendimiento y vida útil. También ha transformado bicicletas eléctricas y otros equipos, todo bajo una filosofía de autosuficiencia tecnológica y uso eficiente de recursos.

Este trabajo artesanal reabre una conversación más profunda sobre el potencial del litio boliviano. Bolivia posee algunas de las mayores reservas de este mineral estratégico, pero su industrialización sigue siendo una tarea pendiente.

“Tenemos litio, pero lo exportamos sin valor agregado. Podríamos estar produciendo tecnología nacional, si existiera el apoyo adecuado”, plantea Condori, cuya historia se ha viralizado en redes sociales, generando tanto admiración como reflexión.

Mientras la política energética del país sigue anclada en discursos sobre soberanía de recursos, un educador en El Alto ya está mostrando lo que puede lograrse con visión, esfuerzo y conocimiento. Su jeep no es solo un vehículo; es una metáfora andante del potencial que permanece latente en los márgenes del sistema.

“Este es mi sueño, y está rodando”, concluye Condori. Su mensaje no solo inspira, sino que interpela a quienes aún dudan de que la innovación puede nacer también desde abajo.

Este proyecto también rescata el gran alcance del ingenio boliviano y los logros que pueden llegar con esfuerzo y la unión del pueblo boliviano. En redes se comenta que todo es posible con un poco de ganas y cariño.

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