Jeanine Áñez en la cárcel: todo lo que debes conocer sobre el caso "golpe de Estado"

La tensión política en Bolivia volvió a reavivarse luego de que la expresidenta Jeanine Áñez y sus entonces ministros de Justicia, Álvaro Coímbra, y de Energía, Rodrigo Guzmán, fueran detenidos en lo que ha sido denominado el caso “golpe de Estado”.

El país se ha polarizado nuevamente en un grupo que respalda la posición del oficialismo e indica que lo que se busca es justicia; y otro que, al igual que la oposición, denuncia una persecución política y niega que haya existido un golpe de Estado en Bolivia.

A continuación te detallamos los aspectos más importantes de este complejo caso que ha generado repercusiones a nivel nacional e internacional.

Las exautoridades fueron aprehendidas en grandes operativos policiales que se realizaron en Beni entre la noche del pasado viernes 12 de marzo y la madrugada del sábado 13. Para posteriormente ser trasladados hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen en la ciudad de La Paz.

Luego de su audiencia, la Justicia determinó que las tres exautoridades debían cumplir detención preventiva por un periodo de cuatro meses en tanto se realicen las investigaciones correspondientes al caso. Los exministros Coímbra y Guzmán fueron trasladados a la cárcel de San Pedro; mientras que Áñez fue destinada al Centro de Orientación Femenina de Obrajes.

También tienen mandamiento de aprensión los exministros Arturo Murillo y Fernando López, quienes están fuera del país, y Yerko Núñez, del cual todavía se desconoce su paradero.

El caso empezó en diciembre de 2020, cuando la exdiputada del MAS, Lidia Patty, denunció a varios políticos opositores, acusándolos de haber propiciado un golpe de Estado en 2019. En este sentido, la acusaciones que pesan para Áñez y sus exministros son por: sedición, terrorismo y conspiración.

Sin embargo, Jeanine Áñez no será procesada como expresidenta. De ser así, debería llevarse a cabo un juicio de responsabilidades en la Asambla, en la cual el MAS ya no cuenta con dos tercios de los votos y por tanto, parece poco probable que pueda ganar.

En cambio, está siendo procesada como exsenadora, cargo que ocupaba durante los conflictos del 2019. La Fiscalía tendrá entonces que demostrar su responsabilidad en el supuesto “golpe”, a pesar de que Áñez no estuvo activamente involucrada en los conflictos sino hasta que se la consideró como la posible sucesora ante el vacío presidencial.

Otro aspecto que despierta susceptibilidades es la evidente falta de independencia del poder Judicial, que rápidamente a desestimado los procesos que se habían iniciado contra el MAS en el Gobierno de Jeanine Áñez para iniciar otros contra los recién salidos gobernantes.

La propia denunciante del caso, Lidia Patty, mencionó de forma textual que, de ocupar ella la titularidad del Ministerio de Gobierno, haría aprehensiones “de canto” a todos quienes habrían participado en el “golpe” y ya estarían en la cárcel. Algo que claramente pasa por alto los principios más básicos de independencia de poderes.

Organismos como Humans Rights Watch y la Organización de Estados Americanos también se han mostrado preocupados porque, más allá de las responsabilidades que haya podido tener el anterior Gobierno, no parece haber un esfuerzo de las actuales autoridades por otorgar un proceso justo.

Lo cierto es que el caso “golpe de Estado” se ha vuelto un punto de inflexión sobre el que la política boliviana se encuentra nuevamente enfrentada y que podría convertirse, lamentablemente, en una nueva crisis.