Militares se retiran tras intento de Golpe de Estado en la Plaza Murillo
Tras el intento de Golpe de Estado de este miércoles 26 de junio, los militares se retiraron de la Plaza de Murillo.
Tras el intento de Golpe de Estado de este miércoles 26 de junio, los militares se retiraron de la Plaza de Murillo.
Tras el intento de Golpe de Estado que se prolongó tres horas, la zozobra y la inestabilidad que generó el intento de toma militar, las personas salieron a las calles a rechazar el contexto político y social.
El general Juan José Zúñiga dejó de ser el comandante del Ejército tras el intento de toma militar del Palacio Quemado en Bolivia. La intentona generó inestabilidad en horas de la tarde en Bolivia.
Con este movimiento militar sale el general Zúñiga del mando y toman el liderazgo del Ejército los generales José Sánchez Velásquez, comandante del Ejército; Gerardo Zabala, comandante de la Fuerza Aérea y el general Renán Guardia Ramírez, de la Armada.
Tras generarse el movimiento militar, el general Zúñiga abandonó la plaza Murillo y se fue en la misma tanqueta en la que llegó al lugar. El presidente Luis Arce posesionó a un nuevo Alto Mando Militar, quién posteriormente ordenó el repliegue de los militares.
El nuevo comandante de las Fuerzas Armadas, general José Wilson Sánchez, tomó el liderazgo del personal que se había movilizado con Zúñiga y ordenó la retirada tras la intentona de golpe.
Ante esta situación, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) repudió los hechos de este miércoles 26 de junio contra la gestión del presidente Luis Arce.
"El Tribunal Supremo de Justicia reafirma su compromiso en garantizar el estado de derecho y la justicia, trabajando para asegurar que los principios democráticos y constitucionales prevalezcan sobre cualquier intento de desestabilización. Asimismo, garantiza a la población boliviana el servicio de justicia en todas sus instancias", reza el comunicado.
El presidente Arce logró imponer el orden tras el ingreso de los militares a la Casa Grande del Pueblo, el general Zúñiga aseguraba que estaba liderando la toma militar debido a molestias que existen en el Ejército y aseguraba que iba a liberar a los presos políticos que siguen privados de libertad en las cárceles de Bolivia.