Las presentaciones no sólo marcan un encuentro después de seis años, sino el tributo a distintas generaciones embarcadas en el canto popular de Bolivia.
Con una línea definida, tal vez al influjo de otros trovadores latinos, los hermanos Junaro: Jaime, César y Ema, mantienen una conducta musical consecuente con el canto social que se ha traducido en varios discos; el último “Generaciones, Tu semilla” será estrenado el lunes 11 y martes 12 de diciembre en el Centro Sinfónico Nacional a Hrs. 20:00.
Se trata de conciertos que salen de lo cotidiano porque de manera individual los tres tienen su propio público y verlos juntos es una “rara excepción” reconocida por ellos mismos debido a los miles de kilómetros que dividen sus residencias.
En casi tres décadas de haber descubierto la pasión por la música, los hermanos Junaro han cosechado las semillas sembradas por su talento en el canto. Pero como nada en la vida viene sola, ellos reconocen el apoyo incondicional de su padre, Marcelino Junaro, que marcó una generación de músicos, está la generación de ellos y las más actuales a quienes están dedicadas ambas presentaciones.
El concierto, que se repetirá el miércoles 13 y jueves 14 en Thelounious Jazz Club (Hrs 22:30) tendrá dos partes: La primera mostrará las cualidades y stilo personal de los hermanos, interpretando canciones que los encumbraron en la popularidad. En el caso de Emma no faltarán los “clásicos” de su repertorio, Tanto te amé, La resolana y un estreno, Zamba del ángel.
La segunda parte será más amplia pues en ella los tres interpretarán los temas de todo el disco (Tu semilla, Mientras estás ausente, Para volvernos a ver, Quiero ser libre contigo, Si no volvemos a vernos, Rutina y otros) apoyados por la batería de Víctor Hugo Guzmán, el saxo de Juan Pereira, el bajo de Queno Cabrera, el piano de Nicolás Suárez y la guitarra de José Bernardo Aramayo. “Por cierto un tema que es impensable que no lo cantemos es ‘Como un fueguito’ de Matilde Casazola”, señaló Emma Junaro.
Las actuaciones tienen el propósito de promocionar el disco que fue grabado superando una serie de vicisitudes que impedían un encuentro de los tres. “Radicar en ciudades y países distintos fue un problema superado después de seis años, no perdemos la oportunidad y organizamos estos conciertos para reunir también a nuestros públicos”, acotó la cantante.
El canto social
Para la intérprete y compositora los Junaro “Son el reflejo y producto de una etapa histórica del país, la de los años setenta y ochenta. Nuestro canto responde a ese contexto social cuando el ideal era recuperar la democracia, por eso luchábamos”, recordó.
De ahí en adelante se abrieron nuevas puertas de la que surgen otros nombres, otra camada de músicos e intérpretes, aunque con una filosofía distinta a la generación de los Junaro y otros artistas de esa época. “Pasamos de la música profunda y con sentido a la sensorial, tras el logro de vivir en democracia”, agregó Junaro para quién los actuales movimientos sociales han dado un vuelco que exige sea registrado por las generaciones de estos tiempos, “exige un resurgimiento del canto popular”.
Haciendo un paréntesis al ensayo, Emma evoca la época de Savia Nueva, cuando grabar un disco era una odisea pues la tecnología no había avanzado a pasos agigantados como hoy. “Los medios y condiciones eran otras, actualmente se puede grabar hasta un ensayo y se lo vende, definitivamente hay más recursos”, subrayó.
Pero más allá de esas consideraciones para los hermanos Junaro la música debe tener unidad en la forma y contenido. Ellos fueron la base, los ladrillos con los que se construyó la historia del canto popular y social de Bolivia, y aún, continúan haciéndolo, cada uno marcando un propio rumbo.
“Es poco usual que una familia elija el mismo oficio pero con conceptos diferentes. Muy personales –dice el periodista Germán Aruz– pero con una capacidad profesional excepcional. La vocación con la que encarnan este destino y las razones que las impulsan son diferentes. Muy personales”.