iPhone cae desde un avión, graba la caída de 300 metros y sigue funcionando tras impactar contra el suelo
Una cámara fija, ubicada en la parte frontal del interior del avión, mostró el momento cuando el celular fue arrastrado por el viento.
Una cámara fija, ubicada en la parte frontal del interior del avión, mostró el momento cuando el celular fue arrastrado por el viento.
El 'youtuber' documentalista y ambientalista brasileño, Ernesto Galiotto, puso a prueba la resistencia de su teléfono móvil cuando éste cayó de una avioneta por accidente.
El aparato, un iPhone 6S, siguió funcionando después de que cayera de las manos del brasileño cuando sobrevolaba la zona de Praia do Peró, en Cabo Frio, en la Región de los Lagos de Río de Janeiro (Brasil). Él intentaba registrar desde el aire los avances de preservación de las playas cuando por un fuerte viento se le cayó y salió disparado en caída libre más de 300 metros hasta el suelo.
Una cámara fija, ubicada en la parte frontal del interior del avión, mostró el momento cuando el celular fue arrastrado por el viento.
Lo más sorprendente fueron los 20 segundos de descenso en los que el celular siguió con la grabación. Al caer al suelo no se destruyó. Incluso siguió grabando por hora y media más.
"Es algo que, si le dices a alguien, la persona no cree. ¡Fue un Dios que nos ayude!", afirmó Galiotto en un video que luego subió a YouTube.
Por suerte, el GPS del dispositivo quedó encendido. El técnico en computación y amigo del ambientalista, Víctor de Oliveira Tostes le ayudó a hallar el celular.
"Tenía fe en que me iba a recuperar. Pensé: 'Si no se cae al agua, lo encontraremos'", aseguró Oliveira Tostes en entrevista con el diario brasileño 'O Globo'.
Galiotto logró encontrar su celular y la gran sorpresa fue que estaba en muy buenas condiciones. Siguió funcionando con normalidad y hasta tenía 16% de batería.
"Lo crean o no, el celular que voló desde mi avión está aquí en medio de la naturaleza", dijo en un video de su canal de YouTube.
Por su parte, el técnico en computación le dijo a 'O Globo' que caminaron durante 5 minutos hasta que se acercaron al dispositivo electrónico: "Estaba en una región de arena, con la pantalla hacia abajo. El brillo del sol se reflejaba en la cubierta y por eso pude hallarlo en medio de la arena".