Nicolo Paganini, el violinista que le vendió su "alma al Diablo"

Las aventuras musicales de Paganini y su extrema virtud en el violín generó temor en su época.

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La tumba de Nicoló Paganini está ubicada en Parma, Italia. Foto: Twitter @Somos_Pueblo_
La tumba de Nicoló Paganini está ubicada en Parma, Italia. Foto: Twitter @Somos_Pueblo_

Las aventuras musicales de Paganini y su extrema virtud en el violín generó temor en su época.

Nicolás Paganini es reconocido como uno de los más virtuosos de la música clásica y su talento, fue notorio desde que era un niño de 10 años. ¿Por qué terminó siendo reconocido como el "violinista del Diablo"

Toda la leyenda detrás de su gran virtud viene desde el embarazo de su madre; Teresa Paganini, aseguran que la mujer antes de dar a luz tuvo una visión en la que le decían que su hijo por nacer, tendría una gran virtud. 

Los datos históricos se bifurcan en que se trató de un ángel, mientras que la otra hipótesis asegura que era el mismísimo Diablo. Sin embargo; se ganó su apodo del "violinista del Diablo" debido a que tenía una hiperflexibilidad para tocar el arco que era "imposible" de ejecutar para el resto de músicos.

De hecho, desarrolló una técnica de ejecución denominada "spiccato", que consiste en golpear el arco contra las cuerdas generando una vibración rápida con un sonido ligero. También usó la técnica de col legno, golpeando las cuerdas con la madera, en vez de con la tripa. Adicionalmente, era supremamente hábil con las notas rápidas y complejas, tocaba las más bajas cuerdas con un sonido limpio. 

Con esta forma de tocar y su personalidad enigmática, se logró ganar el respeto de los músicos clásicos. Escribió más de 30 conciertos para violín, la mitad de estos antes de los 20 años y hasta la actualidad, son los más difíciles de interpretar para los violinistas. 

Su vida artística era exitosa, pero su vida personal, no lo era. Paganini terminó con problemas de alcohol, se metía en líos de faldas con amigos en los bares y aunque tenía mucho dinero, este no le duraba porque era asiduo a los juegos de mesa y a las apuestas. 

"Aquí yacen los restos de Niccolò Paganini, un violinista que inspiró a Europa entera. Con su divina música y su talento supremo otorgó a Italia un renombre sin precedentes", reza el epitafio de la tumba de Paganini en Parma, Italia.