52 años de la Academia de Ciencias de Bolivia

En los últimos años vio la incursión de más mujeres científicas, un mayor acercamiento a la sociedad y sus problemas cotidianos, así como el rescate de los saberes ancestrales en la generación del conocimiento.

Bolivia.com - Tecnología
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En los últimos años vio la incursión de más mujeres científicas, un mayor acercamiento a la sociedad y sus problemas cotidianos, así como el rescate de los saberes ancestrales en la generación del conocimiento.

Refundada el 23 de septiembre de 1960 por el Gobierno de Víctor Paz, la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia (ANCB) cumplió 52 años promocionando y apoyando la investigación científica en el país.

El presidente de la ANCB, el médico cirujano y máster en biología, Gonzalo Taboada, en una evaluación de la historia de la insitución, señala que el cambio que se dio en el país con la instalación del Gobierno del presidente Evo Morales, el año 2006, también le dio un “sacudón” a la academia, “en la medida que la ciencia y la tecnología parecían no ser importantes en este proceso de cambio dentro del discurso de la descolonización”. Según Taboada, en ese contexto la ANCB fue demostrando a la nueva estructura estatal ser un elemento importante debido a que no hay países que hayan logrado el despegue en su desarrollo económico y social, sin antes no haber fomentado su ciencia y tecnología, “aunque las llamemos occidentales”. 

Este nuevo escenario motivó a la Academia a introducir los saberes tradicionales a los procesos investigativos. “Nos abrimos empezamos a buscar ojalá sinergia, pero por lo menos una aproximación de estas dos visiones –(los saberes ancestrales, por un lado; y la ciencia y la tecnología, por el otro) que en última instancia tienen una visión de desarrollo económico, social y cultural para el país”. 

Para la ANCB no fue fácil sortear los problemas derivados de la falta de recursos para garantizar el desarrollo de iniciativas académicas, entre otros. “Hemos tenido varios conflictos muy difíciles y uno de los temas más complicados fue el financiamiento. No es una academia que tenga una gran cantidad de dinero como tienen otrasde Sudamérica, pero nos hemos ido adecuando, buscando patrocinadores y financiadores de proyectos, lo que ha permitido que varios investigadores se fijen en la Academia”, dice. 

Entre las nuevas acciones que implementó la ANCB en estos últimos años está el programa “Indaga” de enseñanza de las ciencias en la escuela, que se aplica en varias unidades educativas del sistema público, la creación de la Organización Boliviana de Mujeres en Ciencias, para promover a las cientistas, además de la puesta en marcha de estudios que recuperan los saberes ancestrales. 

“Ahora estamos buscando cerrar la brecha que existe entre las necesidades sociales y la capacidad de investigación, y el aporte en innovación tecnológica”. 

A propósito de la incorporación de las mujeres cientistas a la Academia, el entrevistado señala que hace un par de años eran sólo dos académicas, luego se incorporaron tres más de muy alto nivel profesional, haciendo un total de cinco, de los 45 académicos de número que tiene la institución. Y es algo que ha enriquecido a la institución. Por ejemplo, por sugerencia de la académica Mónica Moraes, directora del Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), se creó este año el Premio Marie Curie que destaca el aporte de las científicas bolivianas. En esta primera versión, la bióloga boliviana Erika Cuéllar Soto fue elegida por su destacado aporte en investigación. En junio, la profesional recibió el Premio Rolex de la Academia Británica por su trabajo en defensa del guanaco, un ancestro salvaje de la llama que se encuentra en peligro de extinción en el Chaco. 

La iniciativa viene a reforzar las acciones a favor de las investigadoras científicas de la Red Interamericana de Academias de Ciencias, de la que Bolivia es parte. En criterio de Taboada, de manera paulatina se están creando cada vez más espacios para las mujeres investigadoras, sobre todo en las universidades, donde no sólo se genera importantes trabajos de investigación en el campo social, sino también en otras áreas de desarrollo tecnológico y de capacidad innovadora en procesos productivos, industriales y/o metalúrgicos. 

Esta apertura por la que transitó la Academia, le permitió a la institución fortalecerse según el entrevistado, ya que entre otros aspectos le aproximó al ciudadano de a pie y hablarle de ciencia “en facilito”, a través de un programa que permite una interrelación entre expertos y públicos metas. “Por ejemplo, trajimos a un entrenador de actividades competitivas en atletismo de largo alcance porque nos enteramos que las selecciones mexicanas de caminata y maratón entrenaban en el Lago Titicaca, y abrimos para que atletas y entrenadores participen de una sesión que tenía un carácter científico, pero hablando en términos sencillos temas como la adaptación a la altura, la capacidad ventilatoria, cómo debe entrenarse un ciudadano”. 

La Asamblea Legislativa Plurinacional, a través de la Comisión de Educación y Salud de la Cámara de Diputados, en reconocimiento a la trayectoria de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia en su 52 aniversario, la distinguió como “Institución Meritoria del Estado Plurinacional de Bolivia” por el fomento a la investigación. 

Si bien la Academia fue refundada en 1960, fue creada en 1860 por el presidente José María Linares, quien designó al científico y poeta Agustín Aspiazu como el primer presidente de esta institución, precisa Taboada. El esfuerzo se dispersó después de casi dos años de funcionamiento debido a la situación política del país y, después de 100 años fue refundada la ANCB por el presidente Víctor Paz Estensoro.


Fuente: PIEB