Por: Willmary Montilla • Bolivia.com

Choque cultural: el “Pepino” de La Paz aparece en fiesta peruana y divide opiniones en Bolivia

El Pepino boliviano irrumpe en la festividad de la Virgen de la Candelaria en Lima, Perú. ¿Cuál es su verdadero origen?  

El origen del Pepino es netamente paceño, según los antropólogos. Foto: Twitter @AMUN_Noticias.
El origen del Pepino es netamente paceño, según los antropólogos. Foto: Twitter @AMUN_Noticias.

El Pepino boliviano irrumpe en la festividad de la Virgen de la Candelaria en Lima, Perú. ¿Cuál es su verdadero origen?  

El Pepino generó una controversia en redes sociales tras aparecer en la festividad de la Virgen de la Candelaria en Lima, Perú. ¿Cuál es su verdadero origen? 

El antropólogo, Milton Ezeguirre, reveló que el verdadero origen del Pepino está arraigado en sus orígenes en el Kusillo Andino, las influencias prehispánicas tienen predominancia documentada. 

“El Pepino es una urbanización del Kusillo y su vestimenta tiene influencias de sociedades prehispánicas”, precisó Ezeguirre en conversación con Urgente.bo. 

En ese sentido, resaltó que la apropiación cultural del Pepino paceño en el Perú es una "campaña institucionalizada" para arrebatar manifestaciones culturales que son propias de Bolivia. 

“Ellos hablan de un pasado prehispánico, pero no reconocen el origen boliviano del Pepino”, apuntó. 

Antecedentes coloniales 

Su origen no es puramente indígena ni colonial, sino un producto de sincretismo cultural entre tradiciones europeas y andinas, surgido en el contexto del carnaval como espacio de hibridación social. Aunque se registró a inicios del siglo XX, sus raíces se remontan a mediados del siglo XIX, fusionando elementos del teatro italiano (como el Pierrot) con figuras ancestrales aymaras como el K’usillo, un ente mítico andino asociado a la fertilidad, la picardía y la sátira social.

El Pepino simboliza la transgresión: un "diablo juguetón" que critica jerarquías sociales, similar a otros personajes como la Chola o el Ch’uta, y participa en rituales de "entierro" simbólico al final del carnaval, evocando ciclos de muerte y renacimiento.

Los primeros registros documentados del Pepino datan de 1908, en las "entradas populares" del Carnaval Paceño, donde aparece como parte de comparsas que desfilaban por avenidas como la actual Av. Camacho (entonces Kennedy) y la Plaza Murillo.

Sin embargo, historiadores paceños lo ubican desde mediados del siglo XIX (alrededor de 1850), influenciado por la llegada de arlequines, dominós y el personaje Pierrot de la comedia del arte italiana, traídos por inmigrantes europeos y adaptados en fiestas aristocráticas paceñas. Hasta el momento no hay documentación de Perú. 

El K’usillo aparece en rituales precolombinos como el Alasaya o danzas de la siembra, donde su picardía invoca lluvias y abundancia, pero también castiga la avaricia. El sincretismo colonial transformó esta figura en el Pepino, incorporando elementos europeos para "domesticar" su potencial subversivo, pero conservando su esencia indígena: el uso de tres cuernos (símbolo de trinitarismo aymara, no cristiano) y su rol en las transiciones estacionales.