La fiesta de las 'ñatitas': ¿Por qué se conmemora solo en algunas regiones del país?

Bien sean enterradas o expuestas entre flores, oraciones y santuarios, las 'ñañitas' es una fiesta que se conmemora en Bolivia como un festival de "alegría". Bolivianos conmemoraron este miércoles con velas, hojas de coca y cigarrillos la fiesta de las "calaveras". 

Todos los 8 de noviembre los bolivianos devotos de estas calaveras las llevan a los cementerios y rendirles culto es una tradición muy arraigada en ciudades bolivianas. Usualmente, abren el Cementerio General de La Paz para quienes tienen las "ñatitas" en cajas de madera o cristal. 

Las calaveras llevaban sombreros de todo tipo, incluidos los lluch'us, los tradicionales gorros de lana andinos, gafas para el sol y los infaltables algodones en las cuencas de los ojos.

Los visitantes al cementerio se aproximaban a las calaveras con coronas de flores, velas o cigarrillos como ofrenda para pedirles favores, elementos que sus dueños les entregan semanalmente sin falta para tenerlas bien cuidadas.

Por ejemplo, "María"(Ñatita) es una calavera que heredó doña Bertha de su suegra, que se la había dado su madre y considera que tiene más de 100 años en su familia. La historia de "María" pasó de generación en generación y la tienen como una guardiana. 

"'María' siempre ha cumplido, siempre nos ha cuidado y hasta la fecha nos sigue cuidando. Ella es como mi mamá. Yo la dejo solita en mi departamento, porque yo trabajo, y le digo ‘vas a cuidar, te quedas, estás al cuidado de la casa’ y nunca me ha pasado nada", contó Bertha. 

Al parecer, "María" había sido asesinada por su novio con un disparo en la cabeza. El hoyo del impacto es notorio en la "ñatita". Este culto se desprende la fiesta de Todos Santos que se conmemoró la semana pasada. Aunque el origen de la tradición es de data incierta, se sabe que es una costumbre precolombina. 

Conmemorar el culto a las "ñatitas" es una creencia aymara que proviene del "ajayu" de las almas que se aferran a la permanencia entre los humanos. Anteriormente, se celebraba una misa general para el descanso eterno de las almas de las "ñatitas" pero la iglesia dejó de hacer esto, porque no estaba de acuerdo con mantener los "huesos" de estos cuerpos "sin descanso" en tierra santa. Por eso, dispusieron de cuencas con agua bendita en el cementerio para que cada familia pueda bendecir los huesos.