2 poderosas oraciones a San Genaro para pedir por peticiones urgentes
¿Tienes alguna petición urgente? San Genaro puede ayudarte a solucionarlo con estas dos oraciones.
¿Tienes alguna petición urgente? San Genaro puede ayudarte a solucionarlo con estas dos oraciones.
Como muchos otros, San Genaro o San Jenaro, fue un obispo que condenaron a muerte por su creencia y llevar la palabra a otros. En la época de la persecución a los cristianos, él junto con sus compañeros fueron torturados y arrojados a los leones, pero las bestias sólo rugieron sin hacerles daño alguno.
Luego, fueron tildados de usar magia para después ser condenados a morir decapitados cerca de Pozzuoli, donde también fueron enterrados.
Los restos de San Genaro fueron trasladados a diferentes lugares hasta que finalmente llegaron a Nápoles en 1497, y cuentan los creyentes que en tres ocasiones del año, su sangre pasa por una licuefacción, es decir, se pone líquida, por lo que se le atribuyen milagros durante estos días.
Por esa razón, si estás necesitando una petición urgente, por algún milagro en tu vida, te enseñamos dos oraciones poderosas compartidas por el portal 'La Luz de María', y otra para cambiar situaciones, del portal 'Tarotistas online'.
Oración para necesidades urgentes
Glorioso San Genaro, valiente atleta de la fe de Cristo, que diste tu vida para defenderla y recibiste la corona del martirio. Sálvanos de los peligros que pueden matar no solo el cuerpo sino también el alma. Con tu milagro de la licuación de tu sangre eres signo seguro y elocuente de que estás entre nosotros y conoces nuestras necesidades.
Ruega por nosotros que recurrimos a ti seguros de ser atendidos y líbranos de todo mal. Sálvanos de la invasión de incredulidad y haz que aquella fe por la cual sacrificaste tu vida, produzca siempre en medio de nosotros frutos de obras santas. Milagroso San Genaro haz un milagro en mi alma necesitada de luz y verdad. ¡San Genaro Ruega por nosotros!
Oración para cambiar una situación
Glorioso San Genaro, defensor vigoroso de la fe en Jesucristo, patrón ilustre de Nápoles, ven con buenos ojos hacia nosotros y dígnate a dar cabida a los deseos, que con plena confianza en tu poderoso patrocinio ponemos a tus pies.
¿Cuántas veces acudiste en ayuda de tus devotos? Detuviste las lavas del Vesubio, nos libraste de plagas y terremotos, de hambre y de muchos otros castigos. Concédeme la petición de este humilde siervo, para que (di tu petición).
El milagro perenne de la licuefacción de la sangre es signo seguro y elocuente de que tú, que vives entre nosotros, satisfaces nuestras necesidades; ruega por nosotros que recurrimos a ti, asegúrate de ser oído y líbranos de todos los males que nos oprimen. Sálvanos por la incredulidad invasiva y que esa fe, por la que generosamente sacrificaste tu vida, siempre producirá entre nosotros abundantes frutos de obras santas. Amén. San Genaro, ruega por nosotros.